El color tiene un impacto más profundo en nuestras vidas de lo que imaginas, porque no solo influye nuestras emociones, también revela mucho sobre nuestro estado de ánimo. Incluso, expertos en psicología del color aseguran que ciertas tonalidades están asociadas con características como el mal humor. Pero, ¿qué colores son los favoritos de quienes se sienten irritables o de mal carácter? Descúbrelo aquí.

La psicología del color: ¿qué es y cómo afecta las emociones?

La psicología del color explica cómo las tonalidades que vemos diariamente pueden influir en lo que sentimos y hacemos. Este campo de estudio analiza cómo los colores despiertan emociones, actitudes e incluso comportamientos específicos. Pero, ¿sabías que algunos colores pueden fomentar agresividad, tristeza o irritación?

Colores y emociones: un vínculo profundo

Cada color transmite un mensaje y genera cierto efecto psicológico. Por ejemplo:

• Azul: calma y serenidad.
• Verde: equilibrio y frescura.
• Amarillo: optimismo y energía.
• Rojo: pasión pero también agresividad.
• Negro: misterio y, a veces, tristeza.

No es casualidad que los diseñadores o psicólogos utilicen colores estratégicamente para evocar ciertas sensaciones. Pero no todos los efectos de los tonos son positivos.

Estudios que conectan colores y emociones negativas

Estudios recientes han sugerido que colores oscuros o saturados pueden intensificar emociones negativas. Por ejemplo, el rojo tiende a relacionarse con la ira, mientras que el negro se asocia con el aislamiento emocional. ¿Por qué ocurre esto? Todo se remite a la forma en que nuestros cerebros interpretan el color en contextos históricos y culturales.

Los colores más asociados al mal humor

Si estás de mal humor, ¿qué color tenderías a usar? Según expertos, las personas irritables suelen gravitar hacia ciertas tonalidades específicas.

El rojo se reconoce como el color de la pasión, pero también de la agresividad. Este tono calienta nuestras emociones, acelerando el ritmo cardíaco y aumentando los niveles de energía. Una persona que usa rojo al estar de mal humor podría estar reflejando frustración o sentimientos de enojo intensos.

Curiosamente, este color también causa una «reacción de alerta» en los demás, lo que podría explicar por qué parece intimidante en discusiones o conflictos.

El negro es un color que comunica distancia y misterio. También está vinculado con la tristeza y una sensación de aislamiento. Una persona malhumorada que prefiere vestir de negro podría estar mostrando un deseo inconsciente de apartarse o protegerse emocionalmente del entorno. Lo usamos en eventos solemnes por una razón: carga con emociones densas que a menudo reflejan estados introspectivos o negativos.

Otros colores relevantes

• Gris: asociado con aburrimiento, pesimismo e indecisión. Es común entre quienes están desmotivados.
• Marrón: simboliza rigidez y a veces pesadez emocional. Puede reflejar alguien que se siente abrumado.

¿Cómo impacta esto en la vida diaria?

Los efectos del color no se limitan al ámbito personal, ya que también influyen directamente en cómo nos relacionamos con otros y en cómo los demás perciben nuestro estado emocional.

Imagina encontrarte con alguien vestido completamente de negro en una reunión. Inmediatamente, podrías percibirlo como reservado o incluso agresivo. De forma similar, alguien usando rojo brillante puede parecer impulsivo o tenso. Estos colores envían señales no verbales que afectan la manera en que nos comunicamos.

En el trabajo, los colores también importan, porque al usar tonos oscuros como negro o gris en exceso podría hacer que te veas poco accesible o demasiado serio. Por otro lado, un toque de colores más suaves puede mejorar la percepción de amabilidad y apertura, incluso en medio de un mal día.

Si buscas mejorar cómo te sientes o cómo te ven los demás, presta atención a las tonalidades que eliges. A menudo, un simple cambio en la ropa puede influir en tu perspectiva y en la de quienes te rodean. ¿Y tú, qué color sueles usar en un día complicado?