El sistema de salud mental de Nueva York presiona a los médicos para que liberen a pacientes con psicosis severa, lo que probablemente jugó un papel directo en el ataque a una turista y su bebé esta semana en Macy’s Herald Square, según informaron este sábado a The Post fuentes internas y otros críticos.
La sospechosa, una mujer aparentemente trastornada a quien se permitió salir de una instalación psiquiátrica de Manhattan sin supervisión, viajó sola a la famosa tienda departamental, compró un cuchillo de cocina y presuntamente apuñaló a una madre desprevenida mientras cambiaba a su bebé en un baño, dijeron las autoridades. Kerri Aherne insistió ante The Post que ‘voces’ en su cabeza le ordenaron ‘matar’.
‘¡Alguien determinó que esta mujer no era un peligro para sí misma o para otros; este es todo el problema!’, dijo un médico que trabaja en hospitales psiquiátricos con sede en Nueva York. Las instalaciones tienen incentivos para liberar pacientes, afirmó la fuente. ‘El estado tiene que pagar de su bolsillo para alojarlos. Cuesta mucho dinero… Si los dan de alta, muestra que están haciendo un gran trabajo’.
‘La administración nos dice que tenemos que sacar a la gente. Hay una psiquiatra que es administradora y que anda gritando: ‘No están dejando salir a suficientes personas’. La llaman la jefa de la mafia’, alegó la fuente, sin ser específica.
Aherne, de 43 años, había estado en el Manhattan Psychiatric Center, administrado por el estado, durante un año antes del incidente y acababa de ser liberada a una vivienda transitoria, dijo.
La víctima, de 38 años, había estado comprando para las fiestas en Macy’s con su esposo e hijos y fue apuñalada repetidamente en la espalda, el hombro y el brazo con el cuchillo.
La fuente hospitalaria dijo que los pacientes en viviendas transitorias como Aherne todavía están supervisados, pero no muy bien. ‘Están empujando a los pacientes para que salgan… pero irán a viviendas transitorias, que también están en nuestro campus’, dijo la fuente. ‘La vivienda transitoria está al otro lado del hospital. Esa es la instalación donde tuvieron una puerta rota durante dos años. Ya sabes, no arreglan las cosas. El director ejecutivo nunca arregla nada’.
El alcalde Adams dijo a The Post el sábado que sus ‘pensamientos’ están con la víctima y su familia, pero agregó que el ataque sádico nunca debería haber ocurrido. ‘Este tipo de situación es exactamente por lo que nuestra administración luchó tan duro para expandir la autoridad para realizar remociones involuntarias a más clínicos, mientras impulsamos evaluaciones integrales que evalúen completamente el historial y el riesgo de un individuo antes del alta’, dijo el demócrata moderado, cuyo mandato expira a fin de año. ‘Y por qué es de vital importancia que la administración entrante [a cargo del alcalde electo Zohran Mamdani] no deseche esa autoridad y continúe estos esfuerzos’.
Stephen Eide, investigador principal del Manhattan Institute que estudia la falta de vivienda y los problemas de enfermedad mental, dijo que los altos costos de atención médica y la falta de camas psiquiátricas están paralizando el sistema. ‘El estado de Nueva York tiene una reputación legendaria por descubrir cómo facturar todo tipo de cosas al programa federal de Medicaid’, afirmó. ‘Las camas psiquiátricas no se pueden facturar a Medicaid, lo que significa que no pueden trasladar parte del costo al gobierno federal, y eso crea la presión especial dentro del sistema psiquiátrico de pacientes hospitalizados que no existe en gran parte del sistema de salud normal’.
El costo promedio para alojar a un paciente psiquiátrico en una instalación estatal por día es de $1,571 para adultos que son parte del sistema legal, y $1,386 para el resto, según un informe de septiembre que Eide publicó sobre la atención de salud mental para pacientes hospitalizados.
La gobernadora Hochul está ‘desconsolada por este terrible ataque y está orando por la recuperación total de la víctima’, dijo la portavoz Nicolette Simmond en un comunicado, agregando que ‘nuestra administración está revisando a fondo este asunto’.
La Oficina de Salud Mental del estado, que supervisa el Manhattan Psychiatric Center, dijo que las leyes de confidencialidad le impiden discutir el caso. ‘Nuestras instalaciones siguen todas las leyes y procedimientos cuando se trata de la admisión, el cuidado y el alta de pacientes’, añadió su portavoz Justin Mason.
Joseph Giacalone, un sargento retirado del NYPD y profesor en John Jay College of Criminal Justice, dijo que hay una falta de responsabilidad en tales casos. ‘Nunca escuchamos nada sobre qué salió mal, ¿quién tomó la decisión de dejar que esto pasara?’, cuestionó. ‘Si el Departamento de Policía hiciera algo, habría gente retirando a los policías; estarían investigando todo esto’, sostuvo. ‘Entonces, ¿por qué no hacemos lo mismo con los psicólogos, los psiquiatras y los médicos que toman estas decisiones que ponen a estas personas peligrosas de vuelta en las calles?’.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**
