Santiago, RD.- Luego de seis días de la muerte del comerciante Francisco Fernández Bautista (Tony), de 70 años, quien era tío del exdirector general de la Policía Nacional Ney Aldrín Bautista Almonte, el fiscal titular de Santiago, Osvaldo Bonilla, informó que será en los próximos días cuando el Ministerio Público deposite la solicitud de medida de coerción contra los imputados José Frank González Rodríguez y Jorge Luis Felipe.

“El Ministerio Público y la Policía Nacional iniciaron la investigación, el móvil establecido es que fue para robar, en el transcurso murió uno de los participantes, el otro detenido se le conoció medida por otro hecho que tenía pendiente y en el transcurso de esta semana se le presentará la medida de coerción por esta muerte”, explicó Bonilla.

Se recuerda que en un alegado intercambio de disparos, agentes policiales ultimaron a Jordanys de Jesús (El Radio), quien fue contactado por una patrulla policial en la sección Parada Siete, del municipio de Villa González y los había enfrentado con un arma de fuego.

Caso muerte Chaguito

La Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de Santiago conocerá este jueves la solicitud de medida de coerción contra un hombre acusado de matar al abogado Santiago Reyes Mendoza (Chaguito).

En un documento de prensa, la Fiscalía de Santiago informó que tiene pruebas contra el imputado Edward Nicolás Cabrera Toribio. En ese sentido, también pedirá declarar el caso completo.
La investigación ha dejado establecido que Cabrera Toribio se asoció a otras personas, en proceso de identificación, para orquestar un plan y asesinar al abogado, a cambio de una remuneración pecuniaria.

“En conjunto con la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) se están ampliando las investigaciones para determinar el móvil y cuál otra persona pudo haber participado”, indicó el titular de la Fiscalía.

El pasado 23 de enero, establece el documento de solicitud de medida de coerción, el imputado, conduciendo una motocicleta marca Bajaj, color azul, cargando en su espalda una mochila de delivery con logos de una compañía que ofrece este servicio y ropa que la identifica, traza la ruta de la víctima, hasta interceptarlo en la carretera La Ciénaga en el tramo carretero de Los Guineos, donde lo hirió de varios disparos que le causaron la muerte.

En un acto desgarrador de valentía y determinación, la señora Ana Tapia habla ante la cámara para compartir la angustia y el dolor que embargan su corazón.

Su voz, cargada de emoción y firmeza, relata el desgarrador relato de una supuesta mala práctica médica que llevó al trágico fallecimiento de su hija, Erilenny Tavarez Tapia, en el Materno Infantil José Francisco Peña Gómez de la ciudad de Mao, y posteriormente trasladada a la Ciudad de Santiago.

El relato de Ana Tapia es un llamado desesperado a las autoridades para que se lleve a cabo una exhaustiva investigación sobre los hechos que rodearon la atención médica brindada a su hija.

Sus palabras están impregnadas de dolor, indignación y una búsqueda incansable de justicia para Erilenny y para todas las familias que puedan enfrentar situaciones similares en el futuro.

La denuncia de Ana Tapia resalta la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en el sistema de salud, así como la necesidad de garantizar la calidad y seguridad de la atención médica en todas las instancias.

Su valiente testimonio sirve como un recordatorio de la vulnerabilidad de los pacientes y la responsabilidad que recae sobre los profesionales de la salud en el cuidado de sus vidas.

En medio de su dolor, Ana Tapia encuentra la fuerza para alzar su voz en busca de justicia y verdad. Su llamado resuena en la conciencia colectiva, instando a las autoridades a actuar con diligencia y empatía en la búsqueda de respuestas y la garantía de que tragedias como la de Erilenny no se repitan. La comunidad se une en solidaridad con Ana Tapia y su familia en este momento de profundo dolor y lucha por la verdad y la justicia.

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Que su valentía inspire acciones concretas que conduzcan a la verdad y a la prevención de futuros errores médicos.

Puerto Príncipe, 7 feb (EFE).- Las protestas protagonizadas por miles de haitianos para exigir la salida del Gobierno del primer ministro de Haití Ariel Henry van ganando en violencia, y las de este miércoles han dejado un muerto y varios heridos en diversas ciudades donde se han registrado saqueos, actos de vandalismo e incendios.

La tensión en las movilizaciones de este 7 de febrero eran de esperar, al cumplirse la fecha en la que Henry debería abandonar el poder, en virtud de un acuerdo firmado en diciembre de 2022 con partidos de oposición, representantes de la sociedad civil y el beneplácito de la comunicada internacional.

Al menos dos personas resultaron heridas en la protesta que tuvo lugar en la ciudad de St-Marc (Departamento Artibonite, oeste), una en la cabeza y la otra en un pie, según la prensa local, circunstancia que se produjo cuando la Policía Nacional de Haití (PNH) dispersó a los manifestantes de forma violenta.

En Jérémie, periodistas y manifestantes resultaron heridos durante la jornada y el Centro de Operaciones de Urgencia, dependiente del servicio de Protección Civil de la región, fue objeto de actos de vandalismo en la ciudad, que está considerada como el granero de la capital.

En Ouanaminthe, en el noreste del país, la manifestación dio un nuevo giro horas después de la muerte esta mañana de un manifestante que atacó una comisaría. Los participantes incendiaron y destrozaron varias instituciones, entre ellas la Cruz Roja, la Alcaldía y el Juzgado de Paz.

En la región metropolitana, las actividades se han paralizado por completo, apenas se ve gente por las calles, mientras que las escuelas han vuelto a mantener sus puertas cerradas, al igual que las instituciones públicas y privadas.

En diversas áreas de la capital, por ejemplo Pétion-ville, se han levantado trincheras con neumáticos ardiendo, y la respuesta de la Policía Nacional contra los manifestantes ha sido el lanzamiento de gases lacrimógenos y disparos.

En todo el país se exige la marcha del primer ministro con la promesa de mantener encendida la antorcha de la movilización hasta que abandone el poder, tal y como se ha asegurado en las protestas de Jacmel, en el sureste; en Anse-à-galets, en el oeste; en Hinche, en el centro; en Jérémie, en Grand’Anse; en Cap-Haitien, en el norte, y en Les Cayes, en el sur, mientras las autoridades y el Gobierno guardaban silencio sobre las multitudinarias manifestaciones. EFE