En un mundo donde los avances médicos y
tecnológicos han transformado la experiencia del parto,
una madre decidió alejarse de los protocolos tradicionales y vivir
un nacimiento 100% natural en un entorno único: el océano Pacífico.
Josy Peukert, una mujer de 27 años, eligió dar a
luz a su cuarto hijo sumergida en las aguas cálidas y tranquilas de
una playa en Nicaragua, Centroamérica. Las
fotografías y vídeos capturados por su esposo Benni han cautivado
al mundo, mostrando un momento mágico y conmovedor.
La decisión de Josy de tener un parto en el
océano se remonta a experiencias previas que la llevaron a
buscar una alternativa más natural y empoderada.
Después de un primer parto hospitalario que resultó doloroso y
traumático, Josy optó por dar a luz a sus siguientes dos hijos en
casa, con la asistencia de una partera. Finalmente, para recibir a
su último bebé, la joven madre se propuso vivir un embarazo
y un nacimiento completamente libres de intervención
médica.
El parto en el océano
Pacífico
Josy eligió una playa en Nicaragua como el
escenario perfecto para dar a luz a su hijo. Se adentró en las
aguas del Pacífico, sintiéndose acunada por el ritmo de las olas
que parecían sincronizarse con las contracciones. “Las olas tenían
el mismo ritmo que las contracciones, lo que me
ayudó a sentirme realmente bien. La suave arena bajo mi cuerpo me
recordó que no hay nada más entre el cielo y la tierra que la
vida”, relató la madre.
El momento mágico fue capturado por su esposo Benni, quien
compartió en sus redes sociales impactantes
imágenes y un vídeo del nacimiento. En las imágenes se puede ver a
Josy sosteniendo a su
recién nacido, Bodhi, en medio de las aguas cristalinas del
océano, rodeada por la naturaleza.
Para asegurar la seguridad de este parto tan particular, Josy
realizó una cuidadosa planificación. “Durante semanas,
vigilé la marea. Cuando llegó el momento de dar a luz,
sabía que la playa estaría libre de peligros para nosotros. Bodhi
nació bajo el sol, al mediodía, cuando hacía aproximadamente
35 grados. No teníamos ninguna preocupación de que
tuviera frío y no tenía ninguna inquietud sobre posibles
infecciones de origen hídrico. Está en perfecto estado de salud.
Hice toda la investigación necesaria, y el agua es una
barrera médicamente probada”, explicó la madre.
Beneficios del parto en el
agua
El parto en el agua es una alternativa cada vez más popular
entre las mujeres que buscan una experiencia de nacimiento más
natural y relajante. Algunos de los principales beneficios de este
método incluyen:
Reducción del dolor
El agua tibia ayuda a relajar los músculos y disminuye la
sensación de dolor durante las contracciones. Además, el movimiento
y la flotación en el agua pueden aliviar la presión sobre el cuerpo
de la madre.
Mayor comodidad y control
La sensación de ingravidez y la libertad de movimiento en el
agua permiten a la madre adoptar las posiciones que le resulten más
cómodas y adoptar un papel más activo en el proceso del parto.
Menor riesgo de intervenciones
Al reducir el dolor y promover una mayor relajación, el parto en
el agua disminuye la necesidad de analgésicos, episiotomías y otras
intervenciones médicas.
Vínculo temprano entre madre e hijo
El contacto piel con piel y la tranquilidad del entorno acuático
facilitan un apego más estrecho entre la madre y el recién
nacido.
Beneficios para el bebé
El paso del bebé del útero al agua tibia es más suave y gradual,
lo que puede reducir
el estrés y facilitar la adaptación a la vida extrauterina.
Precauciones y
consideraciones
Si bien el parto en el agua ofrece numerosas ventajas, es
crucial tomar en cuenta algunas precauciones y consideraciones:
- Elección cuidadosa del lugar: la
playa o el cuerpo de agua deben ser seguros, con una temperatura
adecuada y libre de riesgos de contaminación. - Monitoreo constante: es
importante contar con la asistencia de personal médico capacitado
que pueda monitorear de cerca tanto a la madre como al bebé durante
todo el proceso. - Higiene y esterilidad: deben
extremarse las medidas de higiene y esterilidad para prevenir
infecciones. - Evaluación previa del embarazo:
no todos los embarazos son aptos para un parto en el agua, por lo
que se requiere una evaluación médica previa.
Experiencias de
otros partos en el agua
El parto de Josy en el océano Pacífico no es un caso aislado.
Alrededor del mundo, cada vez más mujeres están optando por dar a
luz en el agua, ya sea en piscinas, bañeras o en entornos naturales
como ríos y lagos.
Uno de los casos más conocidos es el de Gaëlle Garcia
Diaz, una popular youtuber francesa que eligió tener a su
bebé en una piscina. Las imágenes de este momento íntimo y
emocionante se volvieron virales en las redes sociales.
Otra historia destacada es la de Coralie
Dubost, una actriz que compartió con sus seguidores fotos
de su parto en el agua, alejada de los focos y disfrutando
plenamente de la experiencia junto a su recién nacido.
Estos y otros ejemplos demuestran que el parto en el agua está
ganando cada vez más adeptos entre las madres que buscan una
alternativa más natural y empoderada al modelo tradicional de
nacimiento.
Beneficios para la
madre y el bebé
Más allá de la experiencia transformadora que representa el
parto en el agua, esta práctica ofrece una serie de beneficios
tanto para la madre como para el bebé:
Beneficios para la madre:
- Mayor sensación de control y empoderamiento
durante el proceso del parto. - Reducción del dolor y el estrés gracias a las
propiedades relajantes del agua. - Menor riesgo de intervenciones médicas
invasivas. - Favorece un vínculo más estrecho con el bebé.
- Permite una recuperación más rápida y menos
traumática.
Beneficios para el bebé:
- Transición más suave y gradual del útero al
entorno extrauterino. - Menor estrés y traumatismo durante el
nacimiento. - Facilitación del apego y el vínculo con la
madre. - Menor riesgo de complicaciones asociadas a
intervenciones médicas. - Mejor adaptación a la vida fuera del útero.
Consideraciones
culturales y espirituales
Más allá de los aspectos médicos y prácticos, el parto en el
agua también conlleva una dimensión cultural y
espiritual que lo convierte en una experiencia
significativa para muchas madres.
En algunas tradiciones, el agua es vista como un
elemento purificador y sanador, capaz de facilitar
un nacimiento más armónico y conectado con la naturaleza. Para
Josy, por ejemplo, el océano Pacífico representaba un
espacio sagrado y lleno de vida, donde su hijo
podía nacer de manera “100% natural”.
Asimismo, el parto en el
agua puede ser percibido como una forma de honrar y
respetar el poder y la sabiduría inherentes al cuerpo
femenino, alejándose de la medicalización y la intervención
externa.
Desafíos y críticas
Si bien el parto en el agua gana cada vez más adeptos, también
enfrenta algunas críticas y desafíos:
- Preocupaciones sobre la
seguridad: algunos expertos médicos expresan inquietudes
sobre los riesgos de infecciones, ahogamiento y otras
complicaciones que podrían presentarse. - Falta de regulación y protocolos:
la falta de un marco normativo claro y de protocolos estandarizados
genera incertidumbre sobre la práctica segura del parto en el
agua. - Acceso limitado: el parto en el
agua suele ser una opción disponible solo para un segmento
privilegiado de la población, excluyendo a quienes no tienen los
recursos o el acceso. - Resistencia del sistema médico:
algunos profesionales de la salud se muestran reacios a aceptar y
apoyar el parto en el agua, prefiriendo los modelos tradicionales
de atención.