En los últimos años, la importancia de lavarse las
manos de manera frecuente y minuciosa se ha vuelto más
evidente que nunca. Aunque existían numerosas razones para hacerlo
incluso antes de la pandemia de COVID-19, esta crisis
sanitaria global ha puesto de manifiesto que esta
simple acción puede marcar la diferencia entre
estar sano o enfermo, e incluso puede salvar vidas.
Enfermedades
respiratorias graves
Tal y como tu madre te repitió innumerables veces,
lavarse las manos con frecuencia puede evitar que
contraigas enfermedades respiratorias graves. Según los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados
Unidos, el COVID-19, la gripe, la neumonía, el adenovirus y
la enfermedad de la mano, pie y boca son solo algunas de
las afecciones que pueden transmitirse a través del contacto con
superficies contaminadas. Un simple
lavado de manos regular y meticuloso puede reducir entre un 16%
y un 21% el número de enfermedades respiratorias que
desarrollas.
Problemas
gastrointestinales
Además de las enfermedades respiratorias, la falta de higiene de
las manos también puede dar lugar a
problemas gastrointestinales. La experta en control de
infecciones y enfermera Tanya McIntosh, del Centro
Médico de la Universidad de Kansas, subraya que las
bacterias y virus presentes en los excrementos
pueden causar diversas afecciones relacionadas con la diarrea, como
la salmonelosis, el norovirus y la bacteria E. coli 0157. Según los
CDC, lavarse las manos puede disminuir en un 31% el número de
personas que contraen enfermedades diarreicas.
Intoxicaciones
alimentarias
Otra razón crucial para lavarse las manos de
manera regular es evitar la contaminación cruzada
durante la preparación de alimentos crudos, como
la carne, los vegetales con tierra o los huevos, ya que pueden
albergar bacterias nocivas que pueden enfermarte si no se manipulan
adecuadamente. Asegurarse de lavarse las manos mientras se cocina
es fundamental para prevenir intoxicaciones
alimentarias.
Poner en riesgo a
personas vulnerables
El mayor riesgo de una mala higiene de manos es
exponerse a infecciones y transmitirlas a otros, especialmente a
niños pequeños, ancianos y personas inmunocomprometidas.
No
contribuir a la eficacia de los antibióticos
Según los CDC, el lavado de manos puede
prevenir aproximadamente un tercio de las enfermedades diarreicas y
una quinta parte de las infecciones respiratorias. Esto ayuda a
reducir el número de infecciones que requieren tratamiento
antibiótico, lo cual es crucial para evitar la propagación de
bacterias resistentes a estos medicamentos.
Complemento,
no sustituto, de los desinfectantes
Si bien los desinfectantes y toallitas
desinfectantes pueden ser útiles, los expertos advierten
que no deben reemplazar el lavado de manos con agua y jabón. La
acción mecánica adicional de frotar las manos y generar espuma es
lo que hace que el lavado de manos sea tan eficaz. Por lo tanto, es
importante asegurarse de utilizar suficiente jabón y
frotar durante al menos 20 segundos para obtener los
mejores resultados.
Técnica adecuada de
lavado de manos

Para que el lavado de manos sea realmente efectivo, es crucial
utilizar la técnica correcta, la cual incluye mojarse las manos con
agua, aplicar suficiente jabón, frotar durante al menos 20
segundos, prestando especial atención a las áreas entre los dedos y
debajo de las uñas, y finalmente enjuagar bien con agua limpia.
Secar las manos con una toalla limpia o dejarlas secar al aire
también es importante.
Momentos clave para
lavarse las manos
Si bien es ideal
lavarse las manos con frecuencia a lo largo del día, hay
ciertos momentos clave en los que es especialmente importante
hacerlo:
Beneficios a corto y
largo plazo
Además de los beneficios inmediatos en términos de salud, el
lavado de manos regular también tiene importantes implicaciones a
largo plazo. Al reducir la propagación de infecciones, se
disminuye la necesidad de tratamientos con
antibióticos, lo cual ayuda a frenar el aumento de
bacterias resistentes a estos medicamentos. Esto, a su vez,
preserva la eficacia de los antibióticos para
quienes realmente los necesiten en el futuro.
Lavado de manos en
entornos específicos
Si bien los principios básicos del lavado de manos se aplican en
cualquier contexto, existen algunas consideraciones específicas en
determinados entornos:
- Entornos sanitarios: el personal
médico debe lavarse las manos antes y después de cada contacto con
un paciente, así como antes de procedimientos y después de
manipular materiales contaminados. - Cocinas y restaurantes: los
manipuladores de alimentos deben lavarse las manos con frecuencia
durante la preparación de comidas para evitar la contaminación
cruzada. - Escuelas y guarderías: los niños
deben aprender a lavarse las manos de manera regular, especialmente
antes de comer y después de ir al baño, para prevenir la
propagación de enfermedades.