Rico en vitamina D, este alimento de otoño es excelente para el sistema inmune y los huesos

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La vitamina D: el nutriente del sistema inmunológico y los huesos

La vitamina D es un nutriente esencial que desempeña un papel fundamental en nuestra salud general. También conocida como la «vitamina del sol», la vitamina D se produce naturalmente en la piel cuando esta se expone a los rayos UV. Sin embargo, durante los meses de otoño e invierno, cuando pasamos menos tiempo al aire libre, es crucial obtener esta vitamina a través de los alimentos.

Función en el sistema inmunológico

Una de las principales funciones de la vitamina D es ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico. Esta vitamina liposoluble tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a regular la respuesta inmune del cuerpo, lo que la convierte en un nutriente clave para mantenernos saludables durante la temporada de resfriados y gripe.

Diversos estudios han demostrado que los niveles adecuados de vitamina D se asocian con un menor riesgo de contraer infecciones respiratorias, incluido el COVID-19. Al apoyar el funcionamiento de las células inmunitarias, la vitamina D nos ayuda a combatir mejor las amenazas externas.

Beneficios para los huesos

Además de su papel en el sistema inmunológico, la vitamina D es fundamental para la salud de nuestros huesos. Esta vitamina facilita la absorción del calcio, un mineral clave para mantener una estructura ósea fuerte y resistente.

Un consumo insuficiente de vitamina D puede llevar a problemas óseos, como osteoporosis y fracturas. Por el contrario, asegurar una ingesta adecuada de esta vitamina, ya sea a través de la exposición solar o de fuentes alimentarias, puede ayudar a prevenir estas afecciones y mantener nuestros huesos sanos a medida que envejecemos.

El requesón: una fuente sorprendente de vitamina D

Cuando pensamos en alimentos ricos en vitamina D, es probable que inicialmente se nos vengan a la mente el pescado graso, los huevos o los productos lácteos fortificados. Sin embargo, hay un alimento de otoño que también destaca como una excelente fuente natural de esta vitamina: el requesón.

Origen y características del requesón

El requesón tiene sus orígenes en las granjas y las pequeñas queserías, donde se utilizaba como una manera de aprovechar el exceso de leche que estaba a punto de agriarse. Este producto lácteo se elabora a partir de la cuajada que se forma cuando se corta la leche.

Además de ser una fuente de proteínas de alta calidad, el requesón también se caracteriza por su contenido en calcio, otro nutriente clave para la salud ósea. Y gracias a que a menudo se le agrega vitamina D durante el proceso de elaboración, el requesón se convierte en un alimento especialmente rico en este nutriente.

Beneficios del requesón rico en vitamina D

Al combinar la vitamina D con el calcio, el requesón se convierte en un aliado perfecto para nuestros huesos. Esta sinergia ayuda a que el calcio se absorba y se utilice de manera más eficiente, lo que fortalece nuestra estructura ósea y reduce el riesgo de problemas como la osteoporosis.

Pero los beneficios del requesón no se limitan solo a los huesos. Gracias a su contenido en vitamina D, este alimento también puede apoyar el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico, brindándonos una mayor protección contra infecciones y enfermedades durante la temporada de otoño e invierno.

Además, algunos estudios sugieren que el requesón podría tener efectos positivos en la salud cerebral, en particular en la función de la memoria y la cognición. La vitamina D desempeña un papel importante en el desarrollo y el funcionamiento adecuado del cerebro, y el requesón puede ser una forma sencilla de incorporar este nutriente a nuestra dieta.

Otras fuentes ricas en vitamina D

Si bien el requesón es una excelente opción, no es el único alimento que puede ayudarnos a cubrir nuestras necesidades de vitamina D. Existen otras fuentes naturales de este nutriente que vale la pena incluir en nuestra alimentación, especialmente durante los meses de menos exposición solar.

Pescados grasos y mariscos

Los pescados grasos, como el salmón, el atún, la caballa y el arenque, son conocidos por ser ricas fuentes de vitamina D. Estos alimentos marinos también aportan ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias y beneficios cardiovasculares.

Además de los pescados, los mariscos, como las ostras y los mejillones, también contienen cantidades significativas de vitamina D. Incorporar estos alimentos a nuestra dieta puede ser una excelente manera de aumentar la ingesta de este nutriente esencial.

Huevos y productos lácteos

Otro grupo de alimentos ricos en vitamina D son los huevos, especialmente las yemas. Los huevos no solo aportan esta vitamina, sino que también contienen colina, un nutriente importante para el funcionamiento cerebral y el metabolismo.

Los productos lácteos, como la leche, el queso y el yogur, también pueden ser buenas fuentes de vitamina D, especialmente si están fortificados con este nutriente. Asegúrate de leer las etiquetas para identificar aquellos que contengan cantidades significativas de vitamina D.

Setas y champiñones

Sorprendentemente, las setas y los champiñones también pueden ser una fuente vegetal de vitamina D. Estos hongos tienen la capacidad de sintetizar esta vitamina cuando se exponen a la luz ultravioleta, lo que los convierte en una opción interesante para quienes siguen dietas vegetarianas o veganas.

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Incorporar una variedad de estos alimentos ricos en vitamina D a nuestra dieta, junto con el requesón, nos ayudará a asegurar que nuestro organismo cuente con los niveles adecuados de este nutriente fundamental.

Foto Freepik

¿Cómo asegurarse de obtener suficiente vitamina D?

Dado que la vitamina D desempeña un papel tan crucial en nuestra salud, es importante asegurarnos de que estamos obteniendo la cantidad adecuada de este nutriente. Existen varias estrategias que podemos adoptar para garantizar una ingesta suficiente.

Exposición solar

Una de las formas más naturales de obtener vitamina D es a través de la exposición a la luz solar. Cuando nuestra piel se expone a los rayos UV, nuestro cuerpo produce esta vitamina de manera endógena. Sin embargo, durante los meses de otoño e invierno, cuando pasamos menos tiempo al aire libre, esta fuente puede ser insuficiente.

Suplementación

Si no podemos obtener suficiente vitamina D a través de la dieta y la exposición solar, los suplementos pueden ser una opción valiosa. Existen diferentes formas de suplementos de vitamina D, como el colecalciferol (vitamina D3) y el ergocalciferol (vitamina D2), que pueden ayudarnos a cubrir nuestras necesidades.

Es importante consultar con un profesional de la salud para determinar la dosis adecuada de suplementos de vitamina D, ya que una ingesta excesiva puede tener efectos adversos.

Monitoreo de los niveles

Para asegurarnos de que estamos obteniendo la cantidad óptima de vitamina D, podemos solicitar a nuestro médico que realice una prueba de sangre que mida los niveles de esta vitamina en nuestro organismo.

Los niveles saludables de vitamina D se consideran aquellos superiores a 30 ng/mL (75 nmol/L). Si nuestros niveles se encuentran por debajo de este rango, podremos ajustar nuestra dieta y suplementación para corregir cualquier deficiencia.

Al combinar una alimentación rica en alimentos con vitamina D, como el requesón, con una exposición solar adecuada y, si es necesario, la suplementación, podemos asegurarnos de mantener nuestros niveles de este nutriente esencial en un rango saludable.

¿Cómo incorporar más requesón a tu dieta de otoño?

Ahora que conocemos los beneficios del requesón como fuente de vitamina D, es hora de explorar formas de incluirlo en nuestra alimentación durante la temporada de otoño.

Desayunos y meriendas

El requesón es un excelente ingrediente para comenzar el día o disfrutar de una merienda saludable. Puedes añadirlo a tus batidos de frutas, mezclar con frutos secos y bayas para crear un delicioso parfait, o disfrutarlo con tostadas integrales y un toque de miel.

Ensaladas y platos principales

El requesón también puede ser un aliado valioso en la preparación de ensaladas, donde puede combinarse con una variedad de vegetales, proteínas y otros ingredientes nutritivos. Además, puedes utilizarlo como relleno o cobertura en platos principales, como lasañas, canelones o pizzas.

Postres y repostería

Sorprendentemente, el requesón también puede ser un ingrediente versátil en la elaboración de postres y repostería saludable. Prueba a incluirlo en tartas, flanes o cheesecakes para disfrutar de un postre rico en vitamina D.

Al incorporar el requesón a una variedad de recetas, ya sea en el desayuno, el almuerzo, la cena o los postres, podrás aprovechar al máximo los beneficios de este alimento de otoño rico en vitamina D.

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Dany Levito
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