Fue desde el 29 de febrero cuando la duda se propagó en el ambiente del boxeo luego de una rarísima conferencia de prensa en un teatro de Hollywood: ¿llegará Ryan García a subirse al ring el 20 de abril para la pelea contra Devin Haney?
Pues bien, el 20 de abril está aquí… y la duda también.
Haney vs. García sigue en pie para realizarse la noche del sábado en el Barclays Center de Nueva York. Pero no es exagerado decir que todo puede pasar. Este combate se siente tan cerca y a la vez tan lejos de ocurrir.
Ryan García, tras meses de declaraciones perturbadoras y actitudes chocantes, llegó el viernes a la ceremonia del pesaje con una bebida en mano que presuntamente era una cerveza. Luego se subió a la báscula y ésta indicó 3.2 libras por encima de las 140 reglamentarias.
Devin Haney, que pesó exactamente 140 libras, aún puede perder su campeonato de peso superligero del CMB si es derrotado, pero García no lo puede conquistar en este séptimo duelo entre ellos -cada quien ganó tres veces como amateur- debido a su acto de total irresponsabilidad.
García se vio desenfocado y confundido durante toda la promoción de la pelea. Entre teorías de conspiración y mensajes “de fe” bastante desarticulados, su imagen se descompuso. Pero lo del viernes fue burdo. El peleador de Victorville, California, hizo el ridículo.
Con ello, le dio la razón a Haney y a muchos críticos respecto a la poca seriedad que el mexicoamericano de 25 años demuestra como boxeador.
Para verse aún peor, Ryan García acudió a su mejor amigo, las redes sociales.
“Me siento excelente y tengo 3 libras de ventaja”.
“Por qué forzarme a dar el peso para quedar débil”
“… Mis dedos se pusieron más fuertes por todos estos tuits”.
Vergonzoso y no digno de un peleador profesional.
Por supuesto, indigno de un peleador que se haga llamar mexicano. Aunque en honor a la verdad, ha sido rara la vez que él ha expresado dicho orgullo.
Ryan García y su inminente final si no sube al ring o si no pelea como hombre
Devin Haney (31-0), que es amplio favorito en las apuestas, ha cuestionado el profesionalismo de Ryan García desde que la pelea se firmó. Durante la última conferencia de prensa, el peleador originario de San Francisco propuso una apuesta de $500,000 dólares por cada libra de exceso y García aceptó.
El viernes, tras el fiasco en el pesaje y presumiblemente para evitar que el evento se cayera, Golden Boy Promotions emitió un comunicado para afirmar que el acuerdo de los $500,000 dólares por libra sería cumplido.
Y ahora, a esperar a la noche del sábado para ver si la pelea realmente se lleva a cabo, si bien Óscar de la Hoya ha asegurado que el duelo nunca estuvo en peligro de cancelarse y ha dado a entender que muchas de las actitudes de García han sido parte de una estrategia.
Hace un año, antes de la pelea de Ryan García contra Gervonta Davis, De la Hoya le dijo a La Opinión acerca del peleador que promueve: “Va a ser su momento en donde le va a demostrar a todo mundo realmente lo que es o nos va a demostrar que solo es un “hype job” (un producto publicitario)”.
Davis noqueó a García en el séptimo round con un golpe al cuerpo. Luego, el californiano cambió de entrenador y, con el paso de los meses, de actitud. Su comportamiento se alteró, incluso causando preocupación. Cabe recordar que García estuvo alejado del boxeo un tiempo debido a ansiedad por la pandemia.
Hoy, esas palabras del “Golden Boy” han perdido mucha validez, pues Ryan García es más que nunca un producto publicitario, uno que ya se ha abaratado bastante.
Si este sábado Ryan García no se presenta a pelear por cualquier razón o no ofrece una pelea digna, profesional y con hombría, encontrará irremediablemente el principio de su triste final en un deporte-negocio que admite con toda apertura el circo, pero en el que los farsantes que quieren hacerse pasar por “payasos” no causan gracia y se van.
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