Luego de darse a conocer la desaparición de tres ciudadanos extranjeros que acudieron a surfear a la región de Ensenada, Baja California, y a cuya búsqueda se unió el FBI, autoridades mexicanas encontraron los cuerpos que podrían corresponder a los de estas personas.
Así lo dio a conocer la Fiscal General de Justicia del estado, María Elena Andrade Ramírez, al señalar que se hallaron tres cuerpos en un acantilado y podría tratarse de los hermanos australianos Jake y Callum Robinson, así como del estadounidense Carter Rhoad.
También se informó que el vehículo en el que aparentemente se trasladaban los turistas, una camioneta Chevrolet Colorado blanca, fue hallada por las autoridades abandonada y calcinada.
Los 3 jóvenes llegaron el viernes 26 de abril a Ensenada para acampar y surfear, pero tras su paso por el poblado de Santo Tomas no llegaron al lugar que alquilaron para hospedarse, su familia les perdió el rastro y comenzaron con su búsqueda.
El hallazgo de los 3 cuerpos también fue revelado por el FBI. “Confirmamos que tres individuos fueron encontrados muertos en Santo Tomás, Baja California”, explicó la oficina del Buró Federal de Investigaciones de San Diego, sin proporcionar las identidades de las víctimas.
Pudieron ser víctimas de un asalto
Sobre este caso y lo que pudo pasar con los surfistas, la fiscal detalló en entrevista para El Financiero TV que hay dos hombres y una mujer detenidos que podrían estar relacionados con la desaparición.
De acuerdo con la funcionaria, los sospechosos habrían intentado apoderarse de la camioneta de los turistas, pero al oponer resistencia los tres surfistas fueron atacados con armas de fuego.
Entre las evidencias que se tienen hasta ahora, la fiscal mencionó que encontraron huellas de arrastre, restos de las casas de campaña, ropa y manchas de sangre. Asimismo, dijo que se halló el teléfono celular de uno de los desaparecidos en posesión de uno de los sospechosos.
“Consideramos que estas personas trataron de deshacerse de los cuerpos de las víctimas arrojándolas en este acantilado de más de 15 metros con el ánimo de que no fueran encontradas por ninguna autoridad o familiar”, señaló la funcionaria, quien precisó que esta información fue obtenida a partir de la narración de uno de los testimonios.
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