Guy Philippe, quien ayudó a liderar un golpe de Estado en Haití en 2004 y regresó al país el año pasado tras cumplir una condena de prisión en Estados Unidos, exigió el viernes, 8 de marzo, la renuncia del primer ministro del país y dijo que quería convertirse en presidente.
Philippe, exjefe de Policía de 56 años, en una entrevista con Reuters a través de Zoom desde Haití dijo: “¡Sí! Me voy a dedicar a la política. Fui senador, he sido elegido por mi pueblo, iré de nuevo a las elecciones”.
En 2004, Philippe fue uno de los principales líderes del derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide. En 2006 fracasó en su intento de presentarse a las elecciones presidenciales, antes de ganar un escaño en el Senado en 2016, aunque fue detenido y extraditado a Estados Unidos antes de poder jurar su cargo.
Deportado de Estados Unidos a Haití en noviembre, tras cumplir seis años de condena por blanqueo de dinero procedente del narcotráfico, afirmó que su condena no se interpondría en su futuro político, citando las experiencias del exdirigente sudafricano Nelson Mandela, el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Desde su regreso a Haití, Philippe ha recorrido el país recabando apoyos y pidiendo la dimisión del gobierno. Se le ha visto en actos públicos defendido por miembros de la BSAP, una unidad de policía medioambiental que, según los analistas de seguridad, se ha convertido en la práctica en un grupo paramilitar.
En un informe de febrero, la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, con sede en Ginebra, mencionaba a Philippe como una figura importante entre los “hombres fuertes de Haití que se sitúan en la línea divisoria entre los líderes parapoliciales y los jefes políticos, acumulando un poder considerable”.