El gobierno del presidente Donald Trump ordenó el miércoles detener el sistema de tarifas por congestión vehicular de la ciudad de Nueva York, que reduce el tráfico y financia el transporte público imponiendo peajes elevados a los conductores que ingresan a algunas partes de Manhattan.
El sistema de la ciudad, que se puso en marcha el 5 de enero, utiliza lectores de matrículas para imponer un peaje de 9 dólares a la mayoría de los automóviles de pasajeros que ingresan a los vecindarios de Manhattan al sur de Central Park. En sus primeros días, los funcionarios de tránsito dicen que el peaje ha generado reducciones de tráfico modestas pero mensurables.
Ese cargo se suma a lo que los conductores ya pagan por usar puentes y túneles para ingresar a la isla. Los conductores que toman un túnel desde Nueva Jersey durante las horas pico de viaje ahora pagan 31,81 dólares, o una tarifa con descuento de 22,06 dólares si están inscritos en el programa de cobro de peajes E-ZPass.
En una carta enviada a la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, el secretario de Transporte de los EE. UU., Sean P. Duffy, anunció que el gobierno federal ha rescindido su aprobación del programa, calificándolo de “bofetada en la cara a los estadounidenses de clase trabajadora y a los propietarios de pequeñas empresas”. Duffy dijo que su agencia trabajará con el estado en una “terminación ordenada de los peajes”.
Programas de peajes similares destinados a obligar a la gente a utilizar el transporte público haciendo que conducir sea prohibitivo han existido desde hace mucho tiempo en otras ciudades del mundo, incluidas Londres, Estocolmo, Milán y Singapur, pero el sistema nunca antes se había probado en los EE. UU.
Trump, cuyo penthouse homónimo en la Torre Trump y otras propiedades están dentro de la zona de congestión, había prometido eliminar el plan tan pronto como asumiera el cargo. Anteriormente lo calificó como un impuesto masivo y regresivo.
“Será prácticamente imposible que la ciudad de Nueva York se recupere mientras el impuesto a la congestión esté en vigor”, dijo Trump en noviembre cuando Nueva York se preparaba para implementar el plan antes de asumir el cargo.
Los ingresos de los peajes tienen como objetivo recaudar miles de millones de dólares en ingresos para el sistema de transporte de la ciudad, que no funciona y tiene problemas de liquidez, que transporta a unos 4 millones de pasajeros diariamente.
El sistema de peajes ha sido divisivo. Los defensores del transporte público y los ambientalistas lo han anunciado como un paso innovador para reducir la contaminación del aire causada por los gases de escape de los vehículos, hacer que las calles sean más seguras para los peatones y ciclistas, y al mismo tiempo acelerar el tráfico para los vehículos que realmente necesitan estar en la calle, como los camiones de reparto y los coches de policía.
Pero los altos peajes son odiados por muchos neoyorquinos que tienen automóviles, en particular los que viven en los suburbios o en partes de la ciudad que no están bien servidas por el sistema de metro.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, un demócrata, había luchado contra los peajes y los tribunales y escribió una carta a Trump el día de la toma de posesión implorándole que eliminara el programa.
La gobernadora Hochul, también tenía dudas. En junio pasado, detuvo abruptamente el lanzamiento planificado del sistema de peaje, citando preocupaciones sobre su impacto en la economía local. La demócrata luego restableció el peaje en noviembre después de la elección de Trump, pero redujo el peaje para vehículos de pasajeros de $15 a $9. Desde entonces, lo ha elogiado como una victoria para la ciudad y ha discutido el tema varias veces con el presidente.
El plan de peaje fue aprobado por los legisladores de Nueva York en 2019, pero se estancó durante años a la espera de una revisión ambiental federal requerida durante el primer mandato de Trump antes de ser aprobado por la administración del presidente Joe Biden.
Al igual que en otras ciudades, la tarifa de congestión de Nueva York varía según la hora y el tamaño del vehículo. Los camiones y otros automóviles grandes pagan una tarifa más alta, y la tarifa se reduce a $ 2.25 para la mayoría de los automóviles durante las horas más tranquilas de la noche.
El peaje sobrevivió a varias demandas que intentaron detenerlo antes de su lanzamiento, incluso del estado de Nueva Jersey, maestros sindicalizados en la ciudad de Nueva York, un grupo de la industria del transporte por carretera y líderes electos locales en el valle del río Hudson, Long Island y el norte de Nueva Jersey.
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