Hacer el amor en el agua, ya sea en una piscina, el mar o un jacuzzi, puede parecer emocionante y romántico. Sin embargo, los expertos advierten que esta práctica conlleva serios riesgos para la salud, especialmente para las mujeres.
Los peligros de la intimidad acuática
Según los doctores Jacques Waynberg, director del Instituto de Sexología de París, y Jean-Marc Bohbot, infectólogo del Instituto Alfred Fournier, la actividad sexual en el agua puede tener consecuencias negativas. La principal preocupación es la irritación de la mucosa vaginal, que puede experimentar la misma sensación que cuando se sale de la piscina y la piel está seca y tirante.
Además, los expertos advierten que los encuentros sexuales repetidos en el agua pueden alterar el pH de la mucosa vaginal y debilitar la flora, lo que puede conducir a infecciones como micosis, vaginitis o vaginosis bacterianas. Esto se debe a que el agua salada o clorada modifica el equilibrio natural de la vagina, dejándola más propensa a los microorganismos patógenos.
Riesgos de infecciones y otras complicaciones
Otro aspecto preocupante es que el sexo en el agua impide el uso adecuado de métodos de protección. El Dr. Waynberg explica que «demasiadas penetraciones equivalen a un lavado vaginal, lo que hace que los bacilos de Döderlein tiendan a desaparecer, dejando espacio para los microbios y creando infecciones».
Además, la actividad sexual en el agua puede aumentar el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS), ya que el entorno húmedo y cálido puede facilitar la propagación de bacterias y virus.
Recomendaciones de los expertos
Ante estos riesgos, los expertos son claros: evitar las relaciones sexuales en el agua. El Dr. Bohbot recomienda disfrutar de la natación y el baño, pero mantener la actividad sexual fuera del agua.
Si aun así se decide intentarlo, es fundamental tomar precauciones adicionales, como usar preservativos y limitar el número de encuentros acuáticos. Además, es importante prestar atención a cualquier irritación o molestia vaginal y acudir a un médico si se presentan síntomas de infección.
Aunque la idea de hacer el amor en el agua pueda parecer atractiva, los expertos advierten que los riesgos superan con creces los posibles beneficios. Para disfrutar de una vida sexual saludable y segura, lo mejor es reservar los encuentros íntimos para fuera del agua. Seguir estas recomendaciones puede evitar complicaciones molestas y potencialmente peligrosas.
No olvides que…
El sexo en lugares públicos puede acarrear multas y situaciones desagradables con la policía. Aunque no existe una regulación específica que prohíba tener sexo en lugares como la playa o la piscina, es posible recibir sanciones si te descubren.
Es recomendable informarse sobre las leyes locales antes de practicar sexo en lugares públicos. Si decides hacerlo, asegúrate de ser discreto y respetar a los demás.