El endeudamiento público, la canasta básica, el déficit fiscal, la modernización del Estado, la corrupción, las obras públicas, la institucionalidad, la migración, el control de la frontera, la distribución presupuestaria, el transporte, el gasto público, la salud, la educación, la estabilidad cambiaria, los deportes, las fuerzas castrenses, la Policía Nacional, los apagones, la falta de agua potable, las carreteras, el tránsito y un larguísimo etcétera son temas que nos ocupan y que debemos revisar antes de tomar una decisión fundamental: votar.
Puede leer: Más allá de los animales, hay mil pendientes
Más allá de un partido o de un candidato, piensa en lo que nos han ofrecido quienes nos han gobernado, así como también lo que nos ofrecen los candidatos que buscan alcanzar el poder el 19 de mayo. Sopésalo y, en función de ello, vota.
Votar por votar es botar el voto. Por ello, no votes antes de pensar bien en el país que quieres. También en las leyes que se deben modificar y en las nuevas que deben crearse. De los candidatos de tu circunscripción, ¿quién tiene un concepto claro de lo que es una senaduría/diputación y quién legislará para beneficio de todos?
El Congreso Nacional debe cambiar. Y es nuestra responsabilidad. Digamos adiós a las personas de dudosa reputación, a los que no tienen preparación para legislar y a quienes nos han fallado ya.