Llama la atención el reciente informe de la Voz de América sobre las diferencias entre Joe Biden y Donald Trump, como nominados de los partidos tradicionales a ser candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, en los comicios del cinco de noviembre de este 2024.
Algunas de esas diferencias son claras: pues mientras Biden es fiel alfil del partido Demócrata, Trump, llegó a la Casa Blanca en 2016 como Republicano, aunque no militaba en esa corriente política. Lo que no queda claro es si él se apoderó del partido o es esa colectividad lo adoptó para regresar a la Casa Blanca.
Como recordamos, incluso el ex gobernador de New Jersey, Chris Christie, se atrevió a decir que competiría con Trump en las primarias para arrebatarle la colectividad, pero en cambio Christie salió de la campaña por falta de apoyo electoral y músculo financiero.
Biden y Trump son muy diferentes en temas como por ejemplo el manejo de las caravanas de migrantes que buscan asilo. Y a Biden nunca se le ha oído decir que quiere ser dictador, ¡ni por un día!, como sí lo aseguró en varias manifestaciones el señor Trump, al referirse a su intención de cerrar la frontera sur, para evitar la llegada de más indocumentados que presionan los fondos de asistencia social y los albergues.
Y ¿qué pasaría con esas diferencias si se ajustan las encuestas de favoritismo, y hubiera cambio de mando en la Casa Blanca?
Por ejemplo, en 2020 Trump junto a su esposa Melania, abandonó la Casa Blanca y la capital política del mundo, sin el tradicional apretón de mano de adiós al nuevo jefe de la oficina Oval. Fue el vicepresidente Mike Pence quien tuvo representar a los republicanos, al despedirse de Biden y su esposa Jill.
Ante estas diferencias que parecen mínimas nos preguntamos ¿qué haría Biden si le tocara entregar el mando en el hipotético caso de no ser reelegido para su segundo período? y en cambio la votación determinara que el señor Trump regresa al mando de la primera potencia del mundo.
¿Qué opinarían amigos lectores, de la posibilidad de que sea al señor Biden sea a quien le toque mostrar la gallardía de sus casi 50 años en el corrillo político de Washington DC, y con un apretón de manos ceda el bastón de mando a su contendor republicano?
Piénsenlo bien, analice si esa opción es la que prefiere. Y sin importar su decisión vaya y vote por la propuesta que se ajuste a su manera de pensar. Así funciona la política y la democracia, elegir es el secreto, pero eso sólo se hace votando.
Como autora, Sofía Villa escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision Inc. donde trabaja como Writer/Producer.
