La psicoterapeuta Zoila Luna encendió el debate sobre la crianza moderna al afirmar que muchos padres hoy “no crían hijos, crían imagen”. Según explicó, se ha normalizado presentar niños perfectos ante familiares, maestros y redes sociales, convirtiéndolos en trofeos que deben lucir impecables, en lugar de seres humanos en formación.
Luna enfatizó que un niño no es un escaparate ni un proyecto para impresionar al mundo, sino “un corazón entregado para cuidar”. Recordó que la misión de los padres no es moldear apariencias, sino formar carácter: enseñar fe, gratitud, respeto y humildad. Para ella, educar implica guiar a un niño hacia la integridad, no hacia el aplauso.

La especialista advirtió que los niños criados para parecer perfectos terminan convirtiéndose en adultos frágiles, llenos de miedos e incapaces de enfrentar la vida real. Esto sucede, afirmó, porque crecieron para satisfacer expectativas externas, no para fortalecerse internamente. “Su vida se basó en las apariencias, no en el carácter”, señaló.
Luna insistió en que los hijos no necesitan lujos ni reconocimientos sociales, sino ser vistos, escuchados y amados. Deben aprender a perder con dignidad, a ganar con modestia, ser corregidos con paciencia y nunca comparados ni humillados. Solo así podrán enfrentar un mundo que, recordó, no los amará incondicionalmente.
La psicoterapeuta concluyó que la verdadera educación no busca crear al “mejor” niño, sino a un buen ser humano. “Cría a tu hijo para ser luz, no decoración”, exhortó.
Para Luna, un niño cuya alma fue criada con amor y firmeza crecerá capaz de resistir cualquier tormenta y de construir su propia felicidad.
**Redacción FV Medios**
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