Cuando Dulce Caldwell abrió su restaurante Zenaida’s Café por primera vez en 2019 le fue tan bien que la ciudad decidió cerrar el local ubicado en City Terrace.
“La ciudad me cerró al principio porque no tenía licencias, no tenía nada, simplemente empecé a trabajar”, dijo Caldwell. “La gente empezó a entrar y pedir cosas y pues se las tuve que vender”.
En enero del 2020, Caldwell abrió el restaurante de nuevo, pero cuando llegó la pandemia en marzo batalló como la mayoría de los negocios por los cierres y restricciones.
A pesar de las dificultades, Caldwell no se dio por vencida y en los años posteriores se ha ganado el apoyo de los residentes que la reconocen como una parte importante en la comunidad.
Hoy en día, Zenaida’s Café cuenta con un promedio de 5 estrellas en las reseñas de Yelp y Google donde los clientes escribieron sobre la atención al cliente que Caldwell da, las tortas de milanesa que se sirven con trozos de naranjas con tajín al lado y también sobre el ambiente del lugar, que está cubierto de plantas.
Caldwell se enorgullece de poder proveer ingredientes de la calidad más alta en su negocio y dice que solo cuenta con el chorizo de Reynaldo’s con el que prepara las tortas de huevo con chorizo.
La inspiración para el nombre y el restaurante fue de la mamá de Caldwell, Zenaida Torres, que antes trabajaba en ese mismo sitio cuando era un mercado y siempre contaba que le encantaba ese lugar.
Antes de convertirse en café de Cadwell, el espacio era una tienda de 99 centavos y luego una tienda de marihuana, por lo tanto, meses después de que abriera el local varias personas le preguntaron a Caldwell si todavía vendían marihuana.
Inicialmente, Torres quería que el Café se llamará La Fuente, pero Caldwell decidió cambiar el nombre para honrar a su madre.
“Ella fue una mujer guerrera y cuidadosa con sus hijos y siempre trataba de ayudarnos en cualquier problema que nos metiéramos”, dijo Caldwell. “No podría tener una mejor madre porque ella fue todo para mí”.
Al empezar, Caldwell tenía mucha experiencia con servicio al cliente y cómo se trabaja en un restaurante, ya que desde hace 30 años trabaja como mesera en el restaurante mexicano histórico El Coyote donde sigue laborando los fines de semana por la noche.
Pero su primer trabajo fue en Michoacán cuando tenía solo nueve años y le pidió a su madre que la dejara trabajar en las tardes para tener su propio dinero.
“Me salía de la escuela, me iba a trabajar y me tenía que poner dos cajas de Coca-Cola de madera para poder alcanzar el lavadero de los trastes”, dijo Caldwell.
A los 16 años, Caldwell se mudó a Sonora donde trabajaba para Servicios Del Noroeste donde sirvió y cocinó comida, pero después de un tiempo su madre la trajo para Estados Unidos y desde entonces ha vivido en Los Ángeles.
Un día cuando estaba sirviendo mesas en El Coyote, Caldwell se acuerda que una trabajadora que era mayor que ella le pidió que se le acercara con el dedo.
Cuando Caldwell se acercó la señora le dio un consejo después de ver a Caldwell con una mirada amargada.
“Solamente escucha, me dijo. Si no te gusta fíngelo, práctica una sonrisa, y todo el tiempo vas a estar bien, pon en tu mente eso”, dijo Caldwell.
En ese tiempo Caldwell se molestó porque no le pidió ningún consejo a la trabajadora, pero ahora dice que ese día le cambió la vida.
“Muchísimas gracias a esa persona porque me hizo despertar y realmente recapacitar con la vida y ver que uno tiene que tener esa mentalidad y esa capacidad de expresarse”, dijo Caldwell.
Clientes fieles
Casi siempre que Randy Ornelas trabaja en su ruta de correo por City Terrace se toma un descanso en Zenaida’s Café.
El cartero se ha convertido en un cliente estimado en los tres años que lleva probando tortas y batidos diferentes.
Según Ornelas, Caldwell ha hecho mucho para la comunidad con su restaurante y especialmente para él porque realmente no hay muchos restaurantes en su ruta.
Caldwell dice que no piensa dejar su otro trabajo porque tiene una conexión especial con los clientes que ha visto crecer desde jóvenes hasta convertir se en abuelos.
Para Caldwell, el servicio a los clientes es lo más importante y por eso piensa que le ha ido tan bien con su negocio.