La tranquilidad de una familia se vio interrumpida cuando Xiomara Mirella Flores Bazán, de 37 años, perdió la vida en un violento ataque ocurrido mientras conducía su camioneta en plena vía pública, en compañía de sus tres hijas menores de edad.
El crimen tuvo lugar en la intersección de las avenidas Los Incas y Alfonso Ugarte, en el distrito limeño de Comas, Lima, Perú.
Según los registros de cámaras de seguridad, un automóvil negro con lunas polarizadas se detuvo detrás del vehículo de la víctima cuando ella aguardaba en la luz roja.
De allí descendieron dos sujetos encapuchados, quienes se acercaron directamente al lado del conductor y dispararon en repetidas ocasiones a través de la ventana.
Gravemente herida, la mujer intentó avanzar algunos metros con su camioneta Audi, pero terminó impactando contra un poste en la avenida Túpac Amaru.
Xiomara Flores, madre de tres niñas y emprendedora, compartía en redes sociales su vida cotidiana como repostera y dueña de una licorería en Comas.
En TikTok mostraba momentos familiares y videos de repostería junto a sus hijas. Su esposo rechazó versiones que intentaban vincularla con actividades delictivas y subrayó que se dedicaba al trabajo y al cuidado de su familia.
“Mi esposa era repostera, hacía tortas y trabajaba con esfuerzo. No tenía ninguna relación con hechos ilícitos”, declaró entre lágrimas.
En el ataque también fueron alcanzadas dos de sus hijas, de 6 y 7 años, quienes recibieron impactos de bala en el pecho y en las piernas.
Ambas se encuentran hospitalizadas en el Hospital Sergio Bernales, donde permanecen bajo observación médica.
La menor de las tres niñas habría intentado mover el timón tras los disparos, lo que provocó el choque final del vehículo.
El padre, profundamente afectado, aseguró: “Ahora soy padre y madre para ellas. Mis hijas están muy delicadas”.
El esposo de la víctima reveló que la familia había sido blanco de amenazas y ataques previos.
En diciembre del año pasado, sujetos desconocidos dejaron un artefacto explosivo en la puerta de su negocio y días más tarde dispararon contra su vivienda.
Estos antecedentes han llevado a las autoridades a considerar la hipótesis de un crimen vinculado a la extorsión.
Debido a la inseguridad, la familia incluso tomó medidas como retirar a una de las hijas del colegio por temor a nuevos atentados.
Agentes de la Policía Nacional del Perú revisan cámaras de videovigilancia y recogen testimonios de testigos para identificar a los responsables. Hasta el momento, los atacantes no han sido localizados.
Fuentes policiales confirmaron que una de las principales líneas de investigación apunta a un ataque por extorsión contra los negocios familiares, dado el historial de amenazas y el modo de ejecución del crimen.
Vecinos de Comas expresaron su preocupación por el incremento de hechos violentos en la zona. “Antes podía trabajar hasta la madrugada, ahora me recojo temprano porque no me siento segura. Que maten a una madre frente a sus hijas es indignante”, relató una residente.
El lugar del atentado permaneció acordonado al día siguiente, con casquillos de bala dispersos en el suelo. El único ileso fue el perro de la familia, que acompañó a las niñas tras el ataque y se mantuvo cerca del hospital.
