Toto Wolff ha admitido que se siente raro no tener a su amargo rival de toda la vida en la Fórmula 1, Christian Horner, con quien solía enfrentarse, después de la salida de este último de Red Bull Racing.
Horner fue destituido de su cargo como jefe de Red Bull tras el Gran Premio de Gran Bretaña en julio, poniendo fin a un exitoso reinado de dos décadas que lo convirtió en uno de los personajes más grandes y divisivos de la F1.

En su camino hacia la cima, Horner solía enfrentarse con sus rivales directos, construyendo una enconada rivalidad con el jefe de Mercedes, Wolff, en el punto álgido de la tensa lucha por el título de 2021 entre sus pilotos, Max Verstappen y Lewis Hamilton, que a menudo se trasladaba fuera de la pista además de dentro de ella.
Cuando McLaren F1 reemplazó a Mercedes como el mayor competidor de Red Bull, Horner desarrolló una feroz rivalidad y una antipatía mutua con su homólogo de papaya, Zak Brown, con quien solía intercambiar dardos verbales.
Horner fue reemplazado por el exdirector de Racing Bulls, Laurent Mekies, un operador pragmático y respetado cuya llegada ya ha suavizado las relaciones tensas. Incluso visitó el motorhome de McLaren en Hungría para mantener una larga reunión con Brown y marcar el tono de una relación más constructiva.
Hablando con algunos medios en el Gran Premio de los Países Bajos de este fin de semana, entre ellos Motorsport.com, Wolff reveló que empieza a echar de menos la presencia de Horner, ya que el paddock de la F1 se ha vuelto un lugar más tranquilo. El austriaco también dijo que ambos habían tenido contacto tras la salida de Horner de Red Bull.
Foto de: Simon Galloway / Motorsport Images
“Me dijo: ‘¿Qué haces ahora? Porque te encantaba odiarme y ya no estoy’,” contó Wolff. “Es un poco ambivalente porque, por un lado, su trayectoria es muy buena, uno de los más exitosos de la Fórmula 1. Así que, claramente, hay cosas que hizo bien. Dentro del equipo, creo que hasta cierto punto era respetado en Milton Keynes”.
“Pero luego, no solíamos tener la misma opinión o perspectiva. Así que, ha sido un maravilloso y gran enemigo a lo largo de los años. ¿Lo echo de menos? Es bastante extraño venir aquí y que Christian no vaya a estar. Quiero decir, ¿qué haces sin él alrededor? Es un poco raro”.
“Y luego tienes el pragmatismo de Laurent Mekies. De repente puedes mantener una conversación sobre el largo plazo. Somos personas totalmente diferentes, pero incluso tu mayor enemigo es tu mejor amigo”.
Wolff admitió que tener personajes grandes y divisivos solo puede ser algo positivo para la categoría, opinando más temprano el viernes que los rumores inesperados que vinculaban a Horner, Flavio Briatore y Bernie Ecclestone con una compra de Alpine “crearían mucho ruido en torno a la Fórmula 1”.
El viernes por la noche, Wolff amplió esa idea de una forma más distendida: “Lo que dije es que toda película necesita al bueno, al malo y al feo. Ahora que el malo se ha ido, solo quedamos Fred [Vasseur en Ferrari] y yo… A Fred le costó un poco pensar en eso”, bromeó Wolff.
“El deporte lo necesita. En el pasado teníamos esos personajes enormes y espero que algunos de los nuevos jefes de equipo crezcan en esos roles de manera auténtica, porque no se puede fingir”.
“Christian era uno de esos protagonistas. Era directo, era controvertido, era un cabrón, y le encantaba interpretar ese papel. Necesitas un cabrón, la gente necesita a alguien a quien odiar”.
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