Los Jets cayeron derrotados por tercera semana consecutiva este domingo, con un marcador de 29-6 ante los Saints. A continuación, algunas reflexiones y observaciones del partido:

Resulta complicado hacer una evaluación precisa en este momento, dada la plantilla que los Jets están desplegando en estos encuentros. La sensación es similar a la de la pretemporada, debido a la cantidad de jugadores en el campo que probablemente no deberían tener minutos de juego. Sin embargo, el desempeño fue notoriamente deficiente y da continuidad a una tendencia preocupante. Las últimas tres semanas han representado un significativo retroceso para los Jets, y en especial para el entrenador Aaron Glenn.
Podría argumentarse que el equipo ahora está en una dinámica de ‘tanking’ (perder deliberadamente), y aunque no lo había percibido hasta esta semana, no descarto esa posibilidad. Con un récord de 3-12, es difícil encontrar aspectos positivos en esta temporada, más allá del rendimiento aceptable de los equipos especiales.
Lo que más llama la atención en el caso de Glenn es lo siguiente: se suponía que él y su cuerpo técnico marcarían la diferencia esta temporada. Ese fue el mensaje que se transmitió y vendió durante la pretemporada. Existía la percepción de que el talento en la plantilla era suficiente, y que los Jets solo necesitaban una mejora en el área de entrenamiento. Anteriormente, toda la responsabilidad se había atribuido a Robert Saleh y, posteriormente, a Jeff Ulbrich cuando asumió el cargo la temporada pasada.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


