DENVER — Cuando un equipo colapsa como lo hicieron los Giants, de manera histórica y vergonzosa, la responsabilidad corresponde a todos. Este partido merece ser caso de estudio por arrebatar la derrota de las fauces de la victoria. Tras el golpe de Brian Daboll contra su audífono cuando concluyó la debacle, los Giants se vistieron en silencio y hablaron suavemente, con el dolor grabado en cada rostro, una Depresión de las Montañas Rocosas para la historia. Un encuentro que vivirá en la infamia en los corazones y mentes de los fieles de los Giants. **REDACCIÓN FV MEDIOS**

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