La segunda cadena de farmacias más grande de Estados Unidos, Walgreens anunció esta semana el cierre de al menos 2,150 tiendas en todo el país debido entre otras cosas a la caída de las ventas ante la alta inflación y el bajo rendimiento.
Al respecto, el director ejecutivo Tim Wentworth mencionó que “el modelo farmacéutico actual no es sostenible. Los cambios son inminentes”, dijo. De las aproximadamente 8,600 sucursales en todo Estados Unidos el cierre de estas 2,150 tiendas representa un 25%.
Para Neil Saunders, director general de GlobalData “Walgreens no se hace ningún favor en este entorno al tener una propuesta mediocre y precios ampliamente no competitivos en comparación con los comerciantes masivos”, dijo.
Según el especialista “no sirve de nada realizar promociones selectivas, como hizo la cadena durante el último trimestre; es necesario realizar una revisión más profunda de la oferta minorista”, destacó.
Aunque hace un mes, la compañía decidió reducir el costo de algunos productos, para mantenerse a la par de otras cadenas minoristas, según Wentworth “los consumidores son cada vez más selectivos y sensibles a los precios en sus selecciones”, señaló.
La alta inflación ha pesado sobre las cadenas minoristas que luchan por ofrecer precios más asequibles y mantener a los consumidores quienes también resienten el peso de la tasa inflacionaria y están reduciendo sus gastos discrecionales.
Wentworth mencionó que ante el cierre, otras tiendas que permanecerán operativas podrán ser trasladadas a ubicaciones mucho más rentables.
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