Árboles de ginkgo en Capitolio de California generan olor fétido y peligro de resbalones

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El hedor se ha convertido en una molestia en el Capitolio de California. Un par de árboles ginkgo de 75 años en Sacramento han sido acordonados después de que su fruto de olor fétido “similar a vómito” se convirtiera en un peligro de resbalones y un problema de olores, según reportes. Los dos ginkgos femeninos —plantados en 1954 por el entonces gobernador Goodwin Knight y otros funcionarios en el Parque del Capitolio Estatal— fueron acordonados este mes después de que su cosecha estacional de bayas pungentes comenzara a caer y creara un “peligro de seguridad”, reportó el Sacramento Bee.

Cualquier persona que pise las bayas blandas podría estar “dejando la pulpa resbaladiza de la fruta en la acera, el césped y la carretera, creando un olor desagradable y un potencial peligro de seguridad”, dijo la portavoz del Departamento de Servicios Generales, Jennifer Iida, al medio. Ella describió el olor como “pungente y desagradable” para SFGate.

El departamento había recibido una avalancha de quejas sobre el hedor de los árboles, derivado del ácido butírico en la capa externa carnosa y amarilla de la semilla del fruto. Ned Friedman, director del Arnold Arboretum de la Universidad de Harvard, comparó el olor del componente con “mantequilla rancia y vómito” en un ensayo.

Los ginkgos gemelos con hojas distintivas en forma de abanico ahora se encuentran detrás de una valla temporal adornada con un letrero laminado “NO RECOGER FRUTA DE GINKGO” para disuadir a los curiosos de cosechar o esparcir la fruta.

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Las bayas, que son semillas con una cubierta suave, contienen toxinas leves y solo deben manipularse con guantes. Cuando se preparan adecuadamente, las semillas se presentan en muchos platos asiáticos y se usan en la medicina tradicional. Cocinar puede reducir, pero no eliminar, las toxinas en las semillas. Las semillas crudas nunca deben consumirse, advirtió la Clínica Mayo.

Los ginkgos gemelos están por lo demás saludables, y a los funcionarios les preocupaba principalmente el desorden dejado por las personas que abren la fruta, dijo Iida.

REDACCIÓN FV MEDIOS