Redacción.- El 26 de noviembre de 2018, el misionero estadounidense John Allen Chau fue trágicamente asesinado por flechazos en Sentinel del Norte, una isla en la Bahía de Bengala conocida por su extrema hostilidad hacia los forasteros.
Sentinel del Norte es un área de solo 72 kilómetros cuadrados en el Océano Índico, habitada por los sentineleses, una tribu de la Edad de Piedra que ha permanecido completamente aislada durante 60,000 años. La isla, con sus playas de arena blanca y selvas densas, es tan peligrosa que el gobierno de la India ha establecido una zona de exclusión de cinco kilómetros alrededor de ella.
Chau, un joven de 26 años con un espíritu aventurero y una profunda convicción religiosa, había planeado su visita a la isla durante años. Miembro de la organización misionera ‘All Nations Family’, Chau intentó llevar su fe a una de las últimas comunidades no contactadas del mundo.
En octubre de 2018, Chau llegó a Port Blair con una visa de turista, pero su objetivo era claro. Contrató a cinco pescadores locales para que lo llevaran a la isla en secreto. Armado con regalos como peces, una pelota de fútbol y tijeras, intentó comunicarse con los sentineleses en su idioma, sin éxito. Su primer encuentro fue violento, pero Chau interpretó un ataque que perforó la Biblia que llevaba como un milagro que reafirmaba su misión.
Después de un breve regreso al barco de los pescadores, Chau volvió a la isla, donde finalmente perdió la vida. Su diario, encontrado más tarde, revela la lucha interna entre su misión y el miedo a la muerte, destacando su última esperanza de que su sacrificio glorificara a Dios.