Gustavo Reyes González, un inmigrante mexicano de 34 años, logró que le aprobaran una compensación por $52,437,366 en daños, luego de que un jurado en el condado de Los Ángeles encontró que los fabricantes de piedra artificial son responsables de su silicosis acelerada.
Se trata de un veredicto único en Estados Unidos, que destaca los severos riesgos de salud asociados con la fabricación de piedra artificial para hacer mostradores de cocina y baños.
La demanda involucró a más de 30 fabricantes de roca artificial y proveedores. Con muchos de ellos, el caso se resolvió antes del juicio.
Sin embargo, Caesarstone USA, Cambria, and Color Marble se esperó al veredicto después de un mes de juicio.
El Jurado falló a favor de Reyes González y en contra de tres demandados por $52,437,366 en daños.
Gustavo Reyes Gonzalez fue representado en el juicio por un equipo de abogados de la firma Brayton Purcell LLP, en el que participaron Gilbert Purcell, James Nevin, Daniel Morse, Gabriela Muñoz-Gómez y Scott Brust of the Metzger Law Group.
El inmigrante trabajó en talleres de fabricación de roca por 15 años, hasta que desarrolló silicosis acelerada, lo que lo obligó a que le hicieran un trasplante de pulmón.
Sin embargo, los trasplantes de pulmones solo funcionan por un promedio de cinco años, por lo que para sobrevivir, Gustavo tendrá que someterse a repetidos trasplantes de pulmón.
El socio principal del juicio, Gilbert Purcell de Brayton Purcell LLP agradeció al jurado en nombre de Reyes González y de todo su equipo litigante, por lo que llamó un veredicto valiente.
“Gracias a Dios por los jurados y por nuestro sistema de justicia civil”.
El abogado James Nevin de Brayton Purcell LLP dijo que dado que este es el primero de cientos de juicios, era importante que los acusados, fabricantes y proveedores de losas de piedra artificial, escuchen claro y fuerte, el mensaje del jurado para que dejen de vender sus productos de moda letales.
“La salud y las vidas de estos jóvenes trabajadores de la fabricación son mucho más importantes que sus ganancias”.
Añadió que el jurado escuchó que los productos de los acusados son inherentemente defectuosos en el sentido de que no se pueden fabricar de manera segura.
“El jurado rechazó con razón los intentos de los acusados de culpar de la silicosis acelerada a los inexpertos contratistas del demandante, quienes nunca recibieron ninguna advertencia de los acusados”.
Afirmó que las compañías demandas saben desde hace décadas que sus productos de piedra artificial son mortales para los trabajadores de fabricación, y aun así siguen vendiéndolos, en una búsqueda incesante de ganancias por encima de la seguridad de los trabajadores.
“Esperamos que al conocerse este fallo, más trabajadores de fabricación se presenten, al darse cuenta que ellos también tienen derecho a la justicia. Y esperamos que los consumidores se enteren de este veredicto y dejen de comprar estos productos mortales”.
Los abogados defensores indicaron que este caso arroja luz sobre la creciente crisis de salud entre los trabajadores de la fabricación provocada por las losas de piedra artificial en tanto que los demandados intentaron culpar de su silicosis al taller de fabricación que contrató al inmigrante.
Brayton Purcell LLP representa a más de 150 trabajadores de fabricación que sufren de silicosis y quienes trabajaron en más de 350 talleres de fabricación diferentes.
“El problema es el producto, no los talleres. Por eso Australia lo prohibió porque era imposible fabricarlo sin provocar que los trabajadores desarrollaran una silicosis mortal.
“Los informes indican un aumento de los casos de silicosis entre los trabajadores expuestos al polvo de cuarzo, lo que provocó pedidos de normas de seguridad más estrictas”.
Los concejales de Los Ángeles, Imelda Padilla, Bob Blumenfeld y Mónica Rodríguez presentaron en abril, un paquete de mociones para atender el preocupante aumento de casos de la enfermedad pulmonar incurable conocida como silicosis que se presenta entre los trabajadores que cortan y muelen piedra artificial fabricada con sílice, comúnmente conocida como cuarzo.
Los trabajadores que inhalan partículas muy pequeñas de sílice cristalina están en riesgo de presentar silicosis, una enfermedad pulmonar incurable que es progresivamente discapacitante y a veces mortal. La silicosis causa daño pulmonar permanente, según los Centros para el Control de Enfermedades.
La legislación propuesta incluye dos mociones y una resolución para atender la crisis a través de una serie de regulaciones que buscan proteger a los trabajadores de la industria de corte y fabricación de piedra, la cual mayormente opera en el Valle de San Fernando.
“El alarmante crecimiento de enfermedades y muertes por silicosis entre los trabajadores que cortan sílice en el Valle de San Fernando me obligó a actuar rápido”, dijo la concejal Imelda Padilla.
Precisó que la mayoría de los afectados por esta enfermedad son jóvenes inmigrantes latinos.