Muchos votantes tienen la opción de votar por correo por primera vez en las elecciones de 2024, lo que hace aún más importante desacreditar cualquiera de las percepciones erróneas comunes relacionadas con el voto por correo.
Votar por correo y utilizar buzones son formas seguras y confiables de votar gracias a numerosas funciones de seguridad que protegen contra el fraude.
Mito y realidad sobre el voto por correo
Numerosas publicaciones en las redes sociales afirman falsamente que los buzones, la votación por correo o el voto en ausencia son vehículos para el fraude electoral masivo.
La realidad es que el voto por correo se ha utilizado con éxito en Estados Unidos durante más de 150 años y, durante ese tiempo, los estados han desarrollado múltiples capas de seguridad para proteger contra malas prácticas.
El fraude electoral relacionado con boletas enviadas por correo o colocadas en buzones es extremadamente raro, tan raro que múltiples análisis han demostrado que es más probable que alguien sea alcanzado por un rayo que cometa fraude con boletas por correo.
Desde las elecciones federales de 2010, aproximadamente uno de cada cuatro votos emitidos ha sido por correo, y un número creciente de votantes ha optado por votar por correo. Desde 2000 y hasta 2020, se han emitido más de 250 millones de votos mediante boletas enviadas por correo en los 50 estados, según un informe de Brenan Center for Justice.
Las prácticas de votación por correo varían según el estado con respecto a la elegibilidad de los votantes, los procesos de devolución de boletas y si se debe solicitar una boleta por correo o si se envía automáticamente a los votantes.
¿Es seguro confiar en los sistemas de votación por correo?
Algunos críticos, en particular Donald Trump, han afirmado que los sistemas de votación por correo son inusualmente vulnerables al “fraude electoral”.
Pero años de votación por correo en todo el país demuestran que esto es falso y que hay poca mala conducta.
Durante los últimos 10 años, se han llevado a cabo múltiples investigaciones a gran escala que analizan procesamientos, remisiones de procesamientos y acusaciones relacionados con la votación y las elecciones en todo el país. Todos han encontrado sólo una pequeña incidencia de sospecha de mala conducta.
Confianza bipartidista en el sistema
Antes de la temporada de campaña electoral de 2020, existía un apoyo bipartidista de larga data a los sistemas de votación por correo, un hecho que demuestra la amplia confianza en la votación por correo.
Desafortunadamente, el apoyo bipartidista al voto por correo se ha desgastado en algunos lugares bajo la presión implacable de Donald Trump, quien regularmente hace afirmaciones sin fundamento que relacionan el uso del voto por correo con el “fraude electoral”.
¿Cómo protegen los sistemas de votación por correo contra las vulnerabilidades?
Cualquier sistema (ya sea software, infraestructura o elecciones) tendrá vulnerabilidades que se deben tener en cuenta al diseñar la operación general.
Para abordar las vulnerabilidades específicas de las boletas por correo, los estados incorporan capas de características de seguridad integradas en el recorrido de cada boleta por correo.
Entre otras cosas, las medidas de seguridad de las boletas por correo protegen contra la manipulación y la votación inadmisible mediante suplantación de identidad y relleno de boletas.
La historia de esta foto
En esta fotografía de archivo del jueves 5 de noviembre de 2020, una trabajadora electoral examina las boletas en State Farm Arena en Atlanta.
El viernes 6 de noviembre de 2020, The Associated Press informó sobre historias que circulaban en línea que afirmaban incorrectamente que los funcionarios electorales del condado de DeKalb rechazaron 40,000 votos ausentes.
Hasta el 4 de noviembre, los funcionarios electorales del condado solo habían identificado alrededor de 200 boletas enviadas por correo problemáticas.
Los funcionarios se estaban acercando a los votantes en un esfuerzo por resolver los problemas antes de la fecha límite del 6 de noviembre para hacerlo.
Y la foto de los archivos de The Associated Press sirve para ilustrar un caso de “noticia falsa” sobre el voto por correo.
Estas son algunas de las principales medidas de seguridad del voto por correo
Boletas de papel: todas las boletas por correo son de papel y están marcadas a mano, por lo que se consideran el tipo de boleta más seguro. Debido a que están marcadas a mano, cualquier cambio en la forma en que se completaron es más evidente en el anverso de la boleta.
Y como hay un rastro en papel para revisar, las marcas de los votantes pueden examinarse si existe sospecha de manipulación, y la mayoría de los estados realizan algún tipo de auditoría postelectoral de sus boletas en papel.
Sobres sellados: Las boletas por correo se devuelven en sobres sellados. Algunos estados también proporcionan a los votantes sobres internos secretos, que oscurecen los detalles de sus boletas. Debido a que los sobres deben estar sellados, los intentos de alterar una boleta después de su presentación serán evidentes por el estado del sobre.
Lugares de entrega y buzones seguros: una capa común de seguridad para garantizar que las boletas no sean robadas o manipuladas (al menos para los votantes que pueden salir de sus hogares) son lugares de entrega seguros a los que nadie excepto el personal electoral designado tiene acceso.
Manejo y seguridad de las boletas: los estados garantizan la integridad y la seguridad física de las boletas por correo limitando la posibilidad de mala conducta en el manejo de las boletas.
Esto es especialmente importante para disuadir la mala conducta por parte de personas con información privilegiada en política.
Registros y revisiones: El mantenimiento de registros y la revisión de registros de información importante relacionada con la boleta por correo, así como la transparencia en la revisión de dicha información, disuade la manipulación y el relleno de boletas.
Autenticación de solicitud de boleta por correo: desde las elecciones de 2020, los estados utilizan una variedad de procedimientos para asegurarse de que las solicitudes provengan de votantes actualmente registrados, verificando la base de datos de registro de votantes.
Sobres de boletas individualizados: Los paquetes de boletas por correo enviados a los votantes son individualizados para cada votante e incluyen sobres de devolución individualizados.
Seguimiento de la boleta: saber dónde se encuentra una boleta por correo durante todos los pasos de su viaje de ida y vuelta limita la oportunidad de que se desvíe de donde debería estar y a quién debe enviarse.
Verificación de identidad: El método principal utilizado para detectar y prevenir el fraude individual es el propio sobre de la boleta por correo, que incluye información de identificación personal.
Diseño del sistema tabulador: Los sistemas de escaneo de boletas (también llamados tabulación), a través de los cuales las boletas por correo se procesan al regresar, incorporan características que detectarán y/o rechazarán formularios de boletas falsificadas.
Proceso de subsanación de firmas: cuando falta una firma en el sobre de una boleta devuelta por correo y/o la firma en el sobre no es comparable a la firma en la base de datos de registro de votantes, el proceso de subsanación del estado (contactar al votante registrado para solucionar el problema) es un proceso importante para detectar si hay fraude.
Sanciones severas: Cualquiera que cometa fraude electoral de cualquier tipo utilizando una boleta por correo corre el riesgo de sufrir sanciones penales y civiles severas: hasta cinco años de prisión y $10,000 en multas por cada acto de fraude según la ley federal, además de cualquier sanción estatal.
Conclusiones
Todos los métodos de votación (de hecho, todos los sistemas) tienen vulnerabilidades, y los sistemas de votación por correo no son diferentes.
Afortunadamente, existe un menú de funciones de seguridad para proteger la votación por correo y jurisdicciones de todo el país lo han adoptado.
Estas características han hecho que las malas prácticas relacionadas con el voto por correo sean poco comunes y deben dar confianza en que los sistemas de voto por correo de la nación son seguros.
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