Título: Vamos camino de batir todos los récords de temperatura en un mes de junio. La culpa es de un “atasco” en la atmósfera

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Pablo Martínez-Juarez
El calor persiste en la España peninsular. Esta semana, una dana parece ofrecer un breve alivio, aunque los expertos advierten que esta pausa será temporal.
Un junio excepcional. Con el final del mes de junio a la vista, los climatólogos proyectan que este podría convertirse en el más caluroso de la historia. Esta predicción se realiza a pesar de episodios tormentosos, algunos de considerable intensidad, que se intercalan con días de calor extremo.
Hasta el momento, el récord de junio más cálido lo ostenta el año 2017, cuando la temperatura media alcanzó los 24,1º Celsius, superando en tres grados la media del periodo 1981-2010 y en 0,1 grados el anterior récord establecido en 2003. Cabe destacar que aquel junio de 2017 también se caracterizó por ser ligeramente más húmedo de lo habitual, con un 3% más de precipitaciones que la media histórica.
Una circulación estancada. Expertos como el físico y divulgador de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), J.J. Alemán, indican que la situación climática podría empeorar una vez finalizada la tregua de esta semana. Una circulación atmosférica “atascada” sería, al menos en parte, responsable de este inusual y caluroso junio. Alemán advierte que, en los próximos días, podría intensificarse la “dorsal anticiclónica subtropical”, alcanzando niveles récord sobre la Península Ibérica.
Entretanto, bajo la influencia de una dana. Esta dinámica sugiere que el alivio térmico que trae la cercanía de la dana será solo un fenómeno temporal. Sin embargo, la presencia de esta depresión en altura implica la llegada de nueva inestabilidad y precipitaciones.
Durante los próximos días, estarán en vigor diversos avisos amarillos emitidos por la AEMET para alertar sobre el riesgo de tormentas. Estos avisos se suman a los emitidos para advertir sobre el calor, concentrándose especialmente en el cuadrante noroccidental de la Península. En su previsión, la agencia indica la posibilidad de tormentas y chubascos “localmente fuertes” en el tercio norte, con granizo y rachas “muy fuertes”. La situación tendrá un impacto particular en el norte de la meseta, en la Cordillera Cantábrica, los Pirineos y el norte del Sistema Ibérico.
Los riesgos de un verano cálido. La semana pasada, la AEMET publicó su análisis de la primavera y sus previsiones para el verano. En su informe, la agencia subrayó que la primavera se caracterizó por altas precipitaciones, mientras que el verano podría marcarse por temperaturas más elevadas de lo habitual.
La combinación de una primavera húmeda y un verano caluroso conlleva ciertos riesgos sanitarios: la aparición de plagas de insectos ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias ante la posibilidad de que surjan vectores de enfermedades, como el mosquito tigre. Además, los veranos calurosos suelen implicar un mayor riesgo de incendios, aunque las precipitaciones recientes podrían mitigar esta amenaza.
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