Valencia (EFE).- València cierra hoy tres días de luto oficial decretados luego del devastador incendio de dos bloques de un edificio residencial en el barrio de Campanar, que dejó diez muertos y por el que aún está hospitalizado un bombero que resultó herido en las tareas de extinción y rescate.
La ciudad intenta regresar a la normalidad tras la impactante tragedia mientras continúan las labores de revisión antropológica, por el estado en que se hallaban los cuerpos, de tres de los diez cadáveres encontrados en el Instituto de Medicina Legal de València y la investigación, bajo secreto de sumario, sobre las causas del incendio por parte de la policía científica.
Algunos vecinos de la zona han rendido homenaje a los fallecidos en el siniestro guardando un minuto de silencio por ellos, en tanto que tratan de recuperar la normalidad tras ”un mal sueño” del que les costará despertar.
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Muchos de los afectados por el incendio, que devoró totalmente las 138 viviendas del edificio residencial, permanecen realojados en un hotel y se han reunido con el Ayuntamiento para coordinar sus necesidades, a la espera de que este lunes se habilite un punto para la renovación del DNI y las acreditaciones oficiales que puedan haber perdido.
Además, propietarios e inquilinos del edificio están a la espera de poder ocupar a partir de esta próxima semana las 131 viviendas del edificio que el Ayuntamiento de València ha puesto a su disposición y que se afana en estas últimas horas por adecentar y que estén listos para poder vivir en ellos.
Trabajos en la zona
La zona del incendio amaneció con otra cara después de que este sábado los operarios de limpieza del Ayuntamiento empezaran a retirar la ceniza y los restos quemados y de amasijos en las inmediaciones del edificio siniestrado.
A primera hora de la mañana el silencio era roto solo por los operarios de limpieza que trabajan en la zona y el olor a quemado todavía permanecía en el ambiente, mientras algunos curiosos se acercan al lugar y disparan sus móviles para hacer fotos.