Un individuo ha encontrado una manera poco convencional de disfrutar de comida gratuita en McDonald’s durante casi un año, utilizando la inteligencia artificial de OpenAI conocida como ChatGPT. La historia, que se dio a conocer a través del podcast All Things Amazon, revela cómo este individuo, identificado como Gage, aprovechó las políticas de satisfacción al cliente de la famosa cadena de comida rápida para obtener beneficios sin gastar ni un centavo.
Gage, quien se describe como el joven millonario propietario del grupo de reventa All Things Arbitrage, relató su hazaña en el podcast, explicando que su técnica se basaba en completar encuestas de satisfacción impresas en los tickets de compra. De manera astuta, él recolectaba estas boletas, y luego recurría a ChatGPT para generar reseñas negativas falsas, inventando situaciones desfavorables con los productos de McDonald’s.
La inteligencia artificial proporcionaba críticas detalladas y extensas, de hasta 12 mil caracteres, describiendo experiencias insatisfactorias que nunca ocurrieron. Esto llevaba a McDonald’s a compensar al supuesto cliente con cupones gratuitos. Según Gage, “Lo copias, lo pegas… suele ser muy malo. Y si no es lo bastante malo, puedes escribir: ‘Hazlo peor’. [Luego] rellenas un correo electrónico y boom. En unas 12 horas, un representante te enviará un correo electrónico con uno, dos, tres o cuatro vales de comida totalmente gratis”.
Comida gratis por un año
Utilizando este método durante casi un año, Gage logró alimentarse en la cadena de comida rápida sin desembolsar dinero. “Sabe mejor cuando es gratis”, comentó de manera irónica. Sin embargo, sus acciones no pasaron desapercibidas. El efecto de sus reclamos falsos llevó al establecimiento a incentivar activamente las reseñas positivas entre sus clientes, en un intento por contrarrestar la oleada de críticas negativas.
Aunque la estrategia de Gage finalmente fue descubierta, su caso plantea cuestionamientos éticos sobre el uso de la tecnología para obtener beneficios de manera fraudulenta. Ante las críticas, el joven se defendió argumentando que “No hace daño a nadie. No menciono ningún nombre, es simplemente para obtener el vale de comida“.
Este peculiar uso de la inteligencia artificial de OpenAI plantea interrogantes sobre la responsabilidad ética y el control de abusos en el uso de tecnologías avanzadas. Además, subraya la importancia de que las empresas implementen medidas de seguridad y verificación más rigurosas para evitar este tipo de explotación de sus políticas de satisfacción al cliente.
El caso de Gage sirve como un recordatorio de que, aunque la tecnología puede ofrecer oportunidades innovadoras, también puede ser utilizada de manera inapropiada o perjudicial si no se maneja con responsabilidad y ética. A medida que continuamos explorando los límites y posibilidades de la inteligencia artificial, es crucial mantener un diálogo abierto sobre su uso y regulación para garantizar que se utilice para el bien común y no para beneficio personal a expensas de otros.
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