Tras la sugerencia del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que el país podría reanudar las pruebas nucleares, un representante del gobierno estadounidense defendió la postura en una reunión global sobre control de armas nucleares, señalando como justificación las actividades de Rusia, China y Corea del Norte.
El encargado de negocios de EE.UU. ante las Organizaciones Internacionales en Viena, Howard Solomon, realizó estas declaraciones, obtenidas por The Associated Press, durante la Comisión Preparatoria de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO) el 10 de noviembre.

“Como indicó el presidente Trump, Estados Unidos comenzará actividades de prueba en igualdad de condiciones con otros estados armados nuclearmente. Este proceso comenzará inmediatamente y procederá de manera totalmente consistente con nuestro compromiso con la transparencia y la seguridad nacional”, afirmó Solomon.
El funcionario añadió contexto al señalar: “Para quienes cuestionen esta decisión, el contexto es importante. Desde 2019, Estados Unidos ha expresado preocupaciones de que Rusia y China no han cumplido con la moratoria de pruebas nucleares de rendimiento cero”, preocupaciones que “siguen siendo válidas”. Solomon también mencionó las actividades de Corea del Norte, que ha realizado seis pruebas nucleares explosivas este siglo.
La red global de monitoreo establecida junto con el tratado en 1996 ha detectado las seis pruebas norcoreanas, que fueron de mayor rendimiento. Sin embargo, los expertos señalan que la red no puede detectar pruebas nucleares supercríticas de muy bajo rendimiento realizadas bajo tierra en cámaras metálicas. El Departamento de Estado de EE.UU. no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre si Solomon se refería específicamente a ese tipo de pruebas.
China y Rusia, que han firmado pero no ratificado el tratado, afirman adherirse a una moratoria de pruebas nucleares. No obstante, desde 2019, el Departamento de Estado ha expresado públicamente preocupaciones sobre que no cumplan con sus moratorias de rendimiento cero, citando posibles actividades en sus sitios de prueba.
En una entrevista para “60 Minutes” emitida el 2 de noviembre, Trump declaró: “Rusia está probando, y China está probando, pero no hablan de ello. Nosotros somos una sociedad abierta. Somos diferentes. Nosotros sí hablamos de ello”. Un funcionario de la Casa Blanca, consultado sobre si Trump se refería a pruebas nucleares supercríticas de bajo rendimiento, dijo que el expresidente había ordenado que las pruebas se hicieran “en igualdad de condiciones” con otros países.
Los comentarios de Solomon en Viena se dieron en respuesta al representante permanente de Rusia ante las Organizaciones Internacionales, Mikhail Ulyanov, quien en una reunión a puerta cerrada afirmó que “la reanudación de las pruebas nucleares podría causar un daño significativo al régimen de no proliferación nuclear y a la seguridad internacional”. Ulyanov también rechazó las “acusaciones completamente inaceptables e infundadas” de que Rusia está realizando pruebas nucleares, calificándolas de “falsas”.
Solomon refutó los comentarios de Ulyanov, expresando sorpresa por “escuchar tales declaraciones provenientes de un estado que no ha cumplido con la moratoria de pruebas nucleares de rendimiento cero”. El funcionario estadounidense citó además otras preocupaciones, incluidas las “violaciones en curso” de Rusia al tratado New START, su arsenal “desproporcionadamente grande” de armas nucleares no estratégicas y su doctrina nuclear.
El informe Nuclear Notebook, publicado por la Federación de Científicos Americanos, destacó este año que “es particularmente preocupante el papel que juegan las armas nucleares no estratégicas porque puede ser esta categoría de arma nuclear la que se usaría primero en una potencial escalada militar con la OTAN”. Rusia tiene entre 1.000 y 2.000 ojivas nucleares no estratégicas, según una evaluación no clasificada de 2023 del Departamento de Estado, muy por encima de las aproximadamente 200 que mantiene EE.UU.
Por el contrario, las armas nucleares estratégicas, aún más poderosas, están limitadas por el New START. EE.UU. y Rusia tienen un número total comparable de armas nucleares estratégicas desplegadas: 1.718 para Moscú y 1.770 para Washington, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo.
Rusia suspendió su participación en el New START en 2023 pero no se retiró del tratado. El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró en septiembre la disposición de Moscú a adherirse a los límites del tratado por un año más. Trump dijo en octubre que eso sonaba “como una buena idea”.
Sin el tratado, que expirará el 5 de febrero, los arsenales nucleares estratégicos de EE.UU. y Rusia quedarían sin restricciones por primera vez en décadas.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


