El gobierno estadounidense ha iniciado un controvertido plan para eliminar hasta 450,000 búhos barrados en los estados de California, Oregón y Washington, con el objetivo de proteger al búho moteado de la extinción. El proyecto, desarrollado por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. y finalizado hace un año, tendría un costo estimado de 1,350 millones de dólares para los contribuyentes durante las próximas tres décadas.
La medida ha generado un intenso debate ético en Washington DC que se extendió por un año. El mes pasado, el senador John Kennedy (R-LA) intentó bloquear la iniciativa mediante una resolución conjunta sometida a votación, pero la propuesta no alcanzó los apoyos necesarios para prosperar.

“Los búhos barrados no están lastimando a nadie”, defendió Kennedy durante el debate. “Solo están haciendo lo que la naturaleza les enseña a hacer. ¿Vamos a cambiar la naturaleza? ¿Vamos a controlar nuestro ambiente hasta este punto? ¿Vamos a aprobar DEI para búhos?”
Los búhos barrados, además de competir directamente con el búho moteado, son reconocidos por su comportamiento agresivo, que incluye ataques ocasionales a humanos. Los esfuerzos por conservar al búho moteado del norte se remontan a 1990, cuando fue catalogado por primera vez como especie amenazada.
Según los estudios, estas aves no nativas habrían causado una reducción del 65% al 85% en las poblaciones de búhos moteados entre 1995 y 2017. La migración de los búhos barrados hacia el oeste se atribuye principalmente a la pérdida de sus hábitats naturales debido al desarrollo urbano descontrolado.
Al ser más grandes y territoriales que los búhos moteados, estas aves desplazan a sus rivales de las zonas de anidación y fuentes de alimento. Para ejecutar el plan de eliminación, se contratará a personal especializado en la identificación de especies.
REDACCIÓN FV MEDIOS



