El gobierno de Estados Unidos admitió esta semana su responsabilidad en la colisión aérea entre un helicóptero del Ejército y un avión en Washington D.C., que dejó 67 personas muertas a principios de este año, según documentos judiciales.
“Estados Unidos admite que tenía un deber de cuidado con los demandantes, el cual incumplió, causando así el trágico accidente del 29 de enero de 2025”, escribió el Departamento de Justicia en un escrito judicial para una demanda federal presentada por la familia de la víctima Casey Crafton.

Los pilotos del Ejército que volaban el helicóptero Black Hawk el 29 de enero no lograron mantener la “vigilancia” y la “separación visual adecuada y segura” con un avión de American Airlines, lo que provocó la colisión mortal sobre el río Potomac cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, según el documento de 209 páginas.
La tripulación de tres soldados tampoco cumplió con las restricciones de altitud, agregó el documento. “La tripulación del Ejército voló negligentemente fuera de la ruta de vuelo hacia el centro del río Potomac a una altitud demasiado alta”, indicó el escrito.
El documento también admitió que la Administración Federal de Aviación (FAA) y el Ejército de EE.UU. tenían acceso a datos e informes que mostraban repetidas casi colisiones y aeronaves que se habían acercado demasiado en el aeropuerto de D.C.
La colisión, que cobró 67 vidas —incluyendo a todos los ocupantes del American Eagle Vuelo 5342—, es el accidente comercial más mortífero en suelo estadounidense en más de dos décadas.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) tiene previsto publicar su informe sobre la causa del accidente a principios del próximo año.
Robert Clifford, uno de los abogados de la familia de Crafton, dijo a The Associated Press que el gobierno admitió “la responsabilidad del Ejército por la pérdida innecesaria de vidas”. Agregó que el escrito destacó el fracaso de la FAA en seguir los procedimientos de control de tráfico aéreo, mientras que “acertadamente” reconoció que otras partes, incluidos American Airlines y PSA Airlines, también contribuyeron a las muertes.
Las familias de las víctimas “siguen profundamente entristecidas y ancladas en el dolor causado por esta trágica pérdida de vidas”, afirmó.
La FAA, el Ejército de EE.UU. y American Airlines no respondieron de inmediato a la solicitud de comentarios de The Post.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


