La organización alemana de ayuda a las víctimas de delitos Weisser Ring, la mayor de su tipo en el país, ha lanzado una campaña de recogida de firmas para introducir el uso de tobilleras electrónicas en delincuentes violentos. De esta forma, la organización ha recalcado que se podría proteger a las mujeres de sus agresores, y se ha remitido para ello al éxito de este modelo en España.
En la petición, dirigida al ministro de Justicia, Marco Buschmann, la organización sin ánimo de lucro ha recordado que el año pasado 155 mujeres murieron a mano de sus parejas o exparejas. Además, según han subrayado, “todos los días, un hombre intenta matar a su (ex)pareja” y “casi cada dos días” lo consigue.
La organización ha señalado que varias mujeres que han sufrido violencia grave habían acudido previamente a las autoridades en busca de ayuda y habían obtenido órdenes judiciales de alejamiento dictadas contra los agresores. Aun así, ha lamentado que “nadie comprueba si se cumplen estas prohibiciones”, de manera que “los hombres ignoran estas órdenes miles de veces y siguen pegando y matando”. Solo en 2023, las autoridades registraron 6.483 incumplimientos, tal y como ha subrayado.
Una nueva regulación federal
Con el fin de proteger mejor a estas mujeres, la asociación ha exigido a Buschmann despejar el camino hacia una regulación federal relativa al uso de tobilleras electrónicas. Para ello, se ha remitido al modelo español, según el cual desde 2009, los tribunales pueden ordenar el uso de este sistema de control electrónico para vigilar el cumplimiento de las órdenes de alejamiento.
Según Patrick Liesching, presidente adjunto de Weisser Ring, en España se logró reducir el número de feminicidios en un 27% y entre las participantes en el programa de seguimiento, no se conoce una sola muerte, razón por la cual “ya es hora de crear una regulación a nivel federal también en Alemania”. Estadísticamente, un programa de seguimiento de este tipo podría haber salvado la vida de 40 mujeres el año pasado, tal y como ha añadido.
No es la primera vez que esta organización se refiere a las tobilleras electrónicas, cuyo uso según el modelo español, técnicamente, sería posible también en Alemania “sin ningún problema”, según ha agregado Liesching. Los dispositivos correspondientes ya se han probado en el Centro de Procesamiento de Datos de Hesse, estado federado que actualmente está haciendo campaña en el Bundesrat, la cámara alta del Parlamento alemán, para introducir el uso de esta tecnología.
