Durante más de tres décadas, una mujer llamada Ana Lucia Umbelina Galache de Souza, hoy de 55 años, logró engañar al Ejército brasileño con la ayuda de su abuela para recibir una pensión especial destinada a los descendientes de veteranos de guerra. Esta trama digna de una película de suspenso le permitió acumular un total de casi 700.000 euros a lo largo de los años, hasta que finalmente fue descubierta y condenada.
El plan maestro de Ana Lucia y su abuela
Cuando tenía apenas 15 años, en 1986, Ana Lucia y su abuela tramaron un plan elaborado para que la joven pudiera hacerse pasar por hija de un ex combatiente de la Fuerza Expedicionaria Brasileña (FEB) y así recibir una pensión especial. Para ello, cambiaron el nombre de Ana Lucía a Ana Lucia Zarate.
El engaño funcionó a la perfección durante más de tres décadas. Después del fallecimiento del supuesto padre de Ana Lucia, en 1988, ella comenzó a recibir una pensión mensual que en promedio ascendía a 1.300 euros. Con el paso del tiempo, esta suma acumulada llegó a los 700.000 euros.
Sin embargo, la abuela de Ana Lucia, insatisfecha con el monto que recibía, decidió denunciar el caso a la Policía Civil y al Ejército en 2021. Reveló que Ana Lucía no era hija, sino sobrina nieta del ex combatiente, por lo que no tenía derecho al beneficio reservado a los cónyuges o descendientes directos de militares fallecidos.
La condena de la Justicia Militar
Dos años después, en 2023, la Justicia Militar condenó a Ana Lucia a tres años de prisión y ordenó la devolución de los montos recibidos de manera fraudulenta. El juez Luciano Coca Gonçalves destacó que Ana Lucia tuvo conocimiento e intención de cometer el fraude, que se prolongó durante décadas.
Ella, representada por la Defensoría Pública de la Unión, apeló la condena alegando que no hubo dolo en sus acciones. El caso ahora se encuentra pendiente de juicio en el Tribunal Superior Militar (STM), donde dos ministros ya votaron por mantener la condena, mientras que otro pidió más tiempo para analizar el proceso.
Hasta el momento, la pensionista condenada en primera instancia, no ha respondido a los intentos de contacto para presentar su versión de los hechos. El espacio sigue abierto para eventuales manifestaciones de su parte.
Según los documentos obtenidos por la CNN Brasil, fue la abuela de Ana Lucía quien desempeñó un papel fundamental en el plan para engañar al Ejército. Ella fue quien registró la ocurrencia y reveló que su nieta no era hija, sino sobrina nieta del ex combatiente fallecido.
Este caso pone de manifiesto la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en el manejo de los recursos públicos, especialmente aquellos destinados a beneficios y pensiones de veteranos de guerra y sus familias.