José Antonio Figuereo Bautista, alias “Kiko la Quema”, viajaba con una menor de 15 años de edad, en el momento en que fue ultimado por agentes de la Policía Nacional en el sector Cambita Garabitos, San Cristóbal, la noche de este viernes.
La menor, cuya identidad se omite por razones legales, resultó ilesa, informó la Policía.
La joven está bajo custodia para los fines legales correspondiente. Se desconoce, por el momento, la relación que tenían.
Las autoridades señalaban a “Kiko la Quema” como el líder de una peligrosa banda dedicada al narcotráfico, tráfico de armas de alto calibre, sicariato y otros delitos en la zona de Cambita. Desde noviembre pasado estaba en el top ten de los más buscados del país. De hecho, hasta el presidente Luis Abinader le pidió en noviembre del 2023 que se entregara.
De acuerdo con la Policía Nacional, alias “la Quema” murió en un enfrentamiento con agentes de la institución que trataron de apresarlo en el sector Loma de La Colonia, carretera El Cacao, Cambita Garabitos, San Cristóbal, en una zona montañosa.
Al momento del hecho se desplazaba en el vehículo Hyundai Sonata, blanco, placa A984780. La Policía dijo que le ocupó un fusil sin marca y serie, gris con negro.
Además, una pistola marca Glock, calibre 9.mm, negra, serie No. BSWU634 con un cargador de 30 cápsulas.
“Operación montaña”
La Policía Nacional le puso nombre al operativo para desmantelar a la peligrosa estructura criminal: “Operación Montaña”.
En los archivos policiales, “Kiko la Quema” figuraba con varias fichas, incluyendo la muerte de Alexander Medrano Colón, de 21 años, en Cambita.
Parte de los residentes en este municipio, lo consideraban una especie de Robin Hood, pues supuestamente mantenía en línea a aquellos que afectaban la comunidad.
Sin embargo, otros, incluido familiares, se quejaban de la pesadilla que vivían, pues en su búsqueda, las autoridades los detenían y requisaban sus casas a cada rato.
Tras su muerte, las autoridades reforzaron la seguridad en Cambita, pues seguidores del supuesto narcotraficante encendieron velas y acudieron hasta los frentes del hospital municipal, a donde fue llevado el cadáver. Algunos incluso, se tornaron agresivos con la prensa que daba cobertura al hecho.
Pasadas las 11:20 de la noche, una unidad del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) trasladó el cuerpo a Santo Domingo para practicar la autopsia.