Una “bomba ciclónica” ha provocado este miércoles vientos de hasta 170 kilómetros por hora e intensas lluvias en la costa del Pacífico de Canadá. A causa del mal tiempo, unas 100.000 personas se han quedado sin energía eléctrica.
La mayoría de los afectados por el corte eléctrico, desencadenado por la caída de postes y árboles, se concentra en la isla de Vancouver, señala la empresa pública de electricidad de la provincia de Columbia Británica, B.C. Hydro. La compañía indica que sus equipos están trabajando para reparar las líneas afectadas.
En la noche del martes, cuando la borrasca hizo contacto con la isla de Vancouver, hasta un cuarto de millón de personas se quedaron sin electricidad. Las autoridades provinciales también se han visto obligadas a cancelar el servicio de ferry entre la isla y el territorio continental.
La tormenta no ha causado víctimas mortales en Canadá, pero en Estados Unidos una mujer falleció cuando el viento derribó un árbol en un campamento de personas sin techo en el estado de Washington.
El Servicio Meteorológico de Canadá ha apuntado que la “bomba ciclónica” se formó a unos 400 kilómetros al oeste de la isla de Vancouver cuando masas de aire cálido y frío chocaron sobre el Pacífico, creando una rápida caída de la presión atmosférica. Los meteorólogos han advertido que en estas condiciones los vientos ciclónicos pueden persistir hasta 20 horas en algunas zonas costeras. Esta “bomba ciclónica” es la segunda gran tormenta que afecta la costa del Pacífico de Canadá en la última semana.