¿Un hábito peligroso que puede causar un derrame cerebral?

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El hábito de estirar el cuello es algo común en muchas personas. Algunos lo hacen para aliviar la tensión, otros para aliviar el estrés. Sin embargo, lo que muchos no saben es que estirar el cuello de manera incorrecta o excesiva puede tener consecuencias graves, incluso potencialmente mortales. Hoy vamos a explorar los peligros asociados con estirar el cuello y cómo un movimiento aparentemente inocuo puede desencadenar un derrame cerebral. Además, proporcionaremos recomendaciones sobre cómo mantener un cuello saludable y evitar riesgos innecesarios.

¿Qué es un derrame cerebral?

Antes de adentrarnos en los detalles de cómo estirar el cuello puede desencadenar un derrame cerebral, es importante comprender qué es exactamente un derrame cerebral. Un derrame cerebral, también conocido como accidente cerebrovascular, ocurre cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe o se reduce significativamente. Esto puede ocurrir debido a un bloqueo en los vasos sanguíneos (derrame cerebral isquémico) o debido a una hemorragia en el cerebro (derrame cerebral hemorrágico). En ambos casos, las células cerebrales comienzan a morir debido a la falta de oxígeno y nutrientes, lo que puede provocar daño cerebral permanente o incluso la muerte.

El peligro de estirar el cuello

Ahora que tenemos una comprensión básica de los derrames cerebrales, podemos explorar cómo estirar el cuello puede desencadenar este evento potencialmente devastador. Según varios informes médicos, la acción de estirar el cuello puede ejercer una presión indebida sobre las arterias que suministran sangre al cerebro, especialmente la arteria vertebral. Estas arterias están ubicadas en el cuello y son responsables de transportar sangre rica en oxígeno al cerebro. Sin embargo, si se someten a una tensión excesiva o se dañan, pueden romperse o bloquearse, lo que resulta en un derrame cerebral.

Un caso que ilustra claramente los peligros de estirar el cuello es el de Josh Hader, un joven de 28 años de Oklahoma, Estados Unidos. Hader solía estirar su cuello como un hábito cotidiano para aliviar la tensión. Sin embargo, un día, mientras estiraba su cuello, escuchó un crujido y poco después comenzó a experimentar entumecimiento en su lado izquierdo. Intentó caminar, pero su equilibrio se vio afectado. Fue trasladado de urgencia al hospital, donde se descubrió que había sufrido un derrame cerebral debido a la ruptura de la arteria vertebral.

Casos similares: una advertencia

El caso de Josh Hader no es un incidente aislado. Existen otros informes médicos que documentan casos similares de personas que han sufrido derrames cerebrales después de estirar el cuello. Natalie Kunicki, una joven paramédica residente en Londres, también sufrió un derrame cerebral después de estirar su cuello mientras veía una película en casa. Aunque inicialmente no le dio importancia al crujido que escuchó, poco tiempo después perdió la sensibilidad en su pierna izquierda y se desplomó. Fue llevada de urgencia al hospital, donde se descubrió que había sufrido una ruptura de la arteria vertebral.

Estos casos son un recordatorio impactante de cómo un movimiento aparentemente inocuo puede tener consecuencias graves. La literatura médica ha documentado varios casos de disección espontánea de la arteria vertebral como causa de derrames cerebrales en personas jóvenes. La advertencia de los médicos es clara: manipular el cuello, ya sea estirándolo o «tronándolo», coloca la arteria vertebral en una posición precaria propensa a lesionarse.

Recomendaciones para mantener un cuello saludable

Aunque los casos mencionados pueden ser alarmantes, es importante recordar que no todos los casos de estiramiento del cuello resultan en derrames cerebrales. Sin embargo, es esencial tomar precauciones para mantener un cuello saludable y evitar riesgos innecesarios. Aquí hay algunas recomendaciones:

Consulta a un profesional de la salud: Si experimentas dolor o rigidez en el cuello de manera regular, es recomendable que consultes a un médico o fisioterapeuta. Ellos podrán evaluar tu cuello y proporcionarte ejercicios seguros y efectivos para mantenerlo saludable.

Evita estirar el cuello de manera brusca o excesiva: Si bien el estiramiento del cuello puede proporcionar alivio temporal, es importante hacerlo de manera suave y controlada. Evita movimientos bruscos o excesivos que puedan ejercer presión sobre las arterias del cuello.

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Realiza ejercicios de fortalecimiento del cuello: Además de los estiramientos, es importante fortalecer los músculos del cuello para mejorar su estabilidad y resistencia. Un fisioterapeuta puede recomendarte ejercicios específicos que te ayudarán a mantener un cuello saludable.

Mantén una postura adecuada: Una postura incorrecta puede ejercer presión adicional sobre el cuello y las estructuras circundantes. Al estar de pie o sentado, asegúrate de mantener una postura erguida y alineada.

Evita el estrés y la tensión: El estrés y la tensión pueden contribuir a la rigidez y el dolor en el cuello. Busca formas efectivas de manejar el estrés, como la práctica de técnicas de relajación, ejercicios de respiración profunda y actividades que disfrutes.

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Angie Bravo

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