Tres mujeres fueron asesinadas y otra resultó herida junto a sus hijos durante la última semana. Las víctimas murieron a manos de exparejas, delincuentes o hombres que no aceptaron una negativa. El cierre de este año evidencia una cruda realidad: pese a las luchas, discursos, leyes y campañas, los esfuerzos aún no son suficientes. El mensaje no termina de calar en una sociedad que sigue sumergida en la violencia, incapaz de resolver los conflictos de manera pacífica. Persisten quienes ven a las mujeres como objetos, quienes interpretan el rechazo como una afrenta personal y quienes no comprenden que un ‘no’ es un límite, no un desafío. Tal vez algún día se alcance la meta de que ninguna mujer sea asesinada por decir no, por irse o por decidir. Pero mientras tanto, este cierre de año vuelve a teñirse de rojo. Cada cifra y cada titular no es una estadística: es una vida arrancada, una familia destrozada y una sociedad que sigue fallando. **REDACCIÓN FV MEDIOS**




