En un esfuerzo conjunto de las autoridades del Ministerio Público y la Policía Nacional, se han revelado detalles significativos sobre el incidente que sacudió al sector Brisa del Este en Santo Domingo Este. El reciente arresto de José Francisco Montero Encarnación, un hombre de 36 años, resalta como un desarrollo crucial en el caso que dejó una profunda impresión en la comunidad. Esta detención se vincula directamente con la pérdida de María Morillo Morillo y su hija adolescente, Elisabeth Ulloa Morillo.
El arresto se produjo gracias a un operativo coordinado por el Departamento de Investigaciones Criminales (DICRIM) y el apoyo de la Policía Preventiva. Montero Encarnación fue llevado al destacamento del Ensanche Felicidad en Los Mina, donde permanece bajo custodia mientras las investigaciones continúan su curso. Este operativo representa un paso importante en el procedimiento establecido para esclarecer los hechos y asegurar que la justicia prevalezca. El hecho ha generado una respuesta activa por parte de las autoridades, quienes se han comprometido a dar seguimiento exhaustivo al caso.
El portavoz de la policía, el coronel Diego Pesqueira, explicó que las evidencias recabadas hasta el momento forman un pilar fundamental en el caso. Entre estas, se destaca la vestimenta del detenido, registrada en las cámaras de videovigilancia, elemento que ha sido crucial para sustentar las acusaciones. Las imágenes capturadas muestran al sospechoso entrando y saliendo de la residencia a las 1:20 de la madrugada, con la misma ropa que ahora es parte del expediente. Este meticuloso proceso de recolección de pruebas liderado por la Policía Científica se ha asegurado de mantener la integridad y el orden del proceso investigativo.
En este contexto, las autoridades reiteran su compromiso con la legalidad y el cumplimiento de los derechos humanos durante todo el procedimiento. El caso ha capturado la atención pública, no solo por la gravedad del incidente, sino por el impacto emocional que ha tenido en los residentes de Santo Domingo Este. La comunidad ha manifestado su preocupación y ha sido activa en exigir justicia y respuestas, destacando la cooperación entre las familias afectadas y las autoridades como un punto vital para la resolución del caso.
Paralelamente, otra menor de siete años también resultó lesionada durante el suceso, pero afortunadamente está en proceso de recuperación gracias a la atención médica inmediata que recibió. Su recuperación es seguida de cerca por los especialistas, quienes han asegurado que la menor se encuentra fuera de peligro. Este aspecto del caso añade otro nivel de complejidad, ya que se deben cuidar los aspectos psicológicos y el bienestar emocional de la menor para prevenir impactos duraderos.
Las indagatorias no se detendrán aquí. Las autoridades han enfatizado que seguirán desarrollando las investigaciones de manera exhaustiva, recopilando testimonios y analizando pruebas adicionales. Esto incluye el análisis detallado de las circunstancias previas al hecho y la identificación de posibles patrones que puedan prevenir sucesos similares en el futuro, subrayando la importancia de robustecer las medidas de seguridad en el sector.
En los próximos días se espera que las instituciones relevantes emitan comunicados oficiales que permitan seguir el desarrollo del caso. La comunidad permanece a la espera de nuevos anuncios, confiando en que el proceso se conducirá con transparencia y eficacia, respondiendo a las expectativas judiciales y legales establecidas por el marco constitucional.
