Lewis Hamilton y Riccardo Adami acapararon los titulares durante y después del Gran Premio de Australia 2025 de Fórmula 1, pero no fueron ni mucho menos la única combinación de piloto e ingeniero que hizo su estreno en el circuito de Albert Park. Richard Wood y Liam Lawson en Red Bull, Andrew Vizard y Fernando Alonso en Aston Martin, Josh Peckett y Jack Doohan en Alpine, Laura Mueller y Esteban Ocon, Ronan O’Hare y Oliver Bearman en Haas, Pierre Hamelin e Isack Hadjar en Racing Bulls, Gaetan Jego y Carlos Sainz en Williams, así como Steven Petrik y Nico Hulkenberg en Sauber, además de José Manuel López y Gabriel Bortoleto.

La larga lista refleja la cantidad de pilotos que se movieron en el mercado, y ni siquiera está completa. Quizá lo más intrigante de todo, también en el conjunto de Silverstone, es que Lance Stroll trabaja ahora con Gary Gannon, el ingeniero que estuvo durante muchos años con Mick Schumacher y Romain Grosjean y se forjó una sólida reputación.

Y, el fin de semana pasado, esa fue quizá la “buena noticia” de todas esas nuevas relaciones, las que pueden hacer o deshacer un equipo de Fórmula 1, si se hacen bien o mal. Estos dos últimos parecen haber cuajado bien.

Tomemos como ejemplo el momento más crítico de la carrera para todos los pilotos, que fue elegir cuándo entrar en boxes cuando volvió a llover justo después del segundo periodo de coche de seguridad. Fernando Alonso acababa de estrellar el otro monoplaza verde, por lo que todas las esperanzas de un resultado que aliviara la presión sobre el asediado equipo tras las pruebas invernales recaían en el canadiense.

En ese punto de inflexión de la vuelta 44, su ingeniero le dijo al inicio que pensaban que se daría “una vuelta cronometrada más” antes de que se hiciera el cambio a los intermedios.

Sin embargo, con Lando Norris y Oscar Piastri por la hierba, y justo antes de tener el trompo de Charles Leclerc, Gary Gannon advirtió con una “curva 12 muy resbaladiza”, antes de acertar con la decisión la llamar a su piloto: “¡Box ahora, Lance [Stroll]!”. 

El canadiense, que estuvo a punto de abandonar en la complicada entrada al pitlane, obedeció sin rechistar, y al hacerlo estuvo a punto de ganar cinco puestos y entrar en los puntos. Aún tenía que poner a punto los intermedios para que la jugada le saliera bien en su vuelta de regreso al asfalto, durante la cual su ingeniero le recordó repetidamente que “se mantuviera en la pista”.

El hecho de que Gary Gannon pudiera mantener su habitual tono tranquilizador sin temor a que le arrancara la cabeza como respuesta dice mucho de su trabajo conjunto, después de incorporarse a Aston Martin a mediados de enero, como pudo saber Motorsport.com. Tras terminar la carrera, el piloto se mostró encantado con el trabajo de su ingeniero: “Es una gran forma de empezar, tío. Muy bien. Me alegro de que hayamos hecho una buena primera carrera juntos”.

Son los primeros días de una larga temporada, pero cómo le vaya a Gary Gannon después de unirse a Lance Stroll importa a la hora de considerar la dinámica piloto e ingeniero en general. El estadounidense es, después de todo, el cuarto que tuvo el canadiense en la escudería de Silverstne, pero, cuando todo encaja, esas cosas pueden despegar.

La rotación de ingenieros de carrera es importante porque, como explicó una vez Rodi Basso, que trabajó con Rubens Barrichello, es bastante rara.

Por lo general, los equipos solo aceptan cambiar a un ingeniero de pista una vez por un piloto antes de empezar a perder la fe en la persona que está en el cockpit. Hoy en día, los ingenieros son uno de los miembros más destacados del personal de las escuderías, y su trabajo y carácter se transmiten a una audiencia mundial de millones de personas.

No se ve bien que un equipo cambie constantemente de ingenieros y, en última instancia, los datos que transmiten no mienten, eso mostrará el verdadero problema o talento de un piloto, pero los sistemas que alimentan esa información son extremadamente complejos y únicos para cada conjunto.

Y, con lo restringidas que están las pruebas hoy en día, no es de extrañar que Carlos Sainz sugiriera que el dinero que ya se gasta en los simuladores podría destinarse a financiar más test para ayudar a los pilotos a familiarizarse mejor con los nuevos procedimientos. El español está aprendiendo cómo se comporta el motor Mercedes, y parece que todavía tiene que adaptarse a la forma en que entrega el par cuando se pone en el modo de coche de seguridad.

A la inversa, Lewis Hamilton también está aprendiendo las automatizaciones de Ferrari con el antiguo ingeniero del madrileño, Riccardo Adami, que anteriormente trabajó con Sebastian Vettel. Las repetidas negativas del heptacampeón a las sugerencias del italiano el pasado domingo, principalmente en relación con el modo de adelantamiento “K1” y la activación del DRS, pusieron de relieve dos cosas.

Por un lado, lo mucho que el siete veces campeón del mundo está teniendo que adaptarse a su nuevo coche y, por otro, lo natural que le resultaban las cosas en Brackley. Los resultados de la asociación del británico con Peter Bonnington hicieron historia en el equipo alemán, pero ahora este último está guiando a Andrea Kimi Antonelli en su estreno en el campeonato, y su tono en la radio es mucho más paternal y suave que las sensaciones amistosas que tenía con el inglés.

Por lo que Motorsport.com observó en el Gran Premio de Australia, al igual que Gary Gannon le recordó con calma a Lance Stroll que no se atascara en mojado, Peter Bonnington tiene que recordarle regularmente a Andrea Kimi Antonelli los procesos de tiempo delta por vuelta con respecto a la velocidad mínima que también se aplican cuando se sigue al Safety Car.

Al otro lado del garaje de Maranello, para Lewis Hamilton es una lección de lo que se puede conseguir en esa drástica carrera barajando ingenieros. El antiguo responsable de Charles Leclerc, Xavi Marcos, terminó sustituido por Bryan Bozzi antes de la carrera del Gran Premio de Emilia Romagna en la pasada campaña.

Muy rápidamente, los mensajes a menudo díscolos y vagos de la anterior relación de ingenieros del monegasco se suplieron por algo parecido a un Max Verstappen y Gianpiero Lambiase. Ambos tienen una relación más activa que antes, y para extender la comparación con los campeones del mundo, es el piloto quien parece hacer la mayor parte de las reprimendas.

Después del domingo y ese asiento empapado, parece que “añade eso a las palabras de sabiduría” será muy repetido en los memes. Sin embargo, sus resultados juntos también fueron excelentes, porque el caos del Gran Premio de Mónaco 2022 se transformó en una dominante victoria en casa solo una ronda después de empezar a trabajar juntos.

Hay mucho más que esto, Ferrari tiene un coche mucho mejor y procesos de estrategia, por ejemplo, pero lo que podría haber sido una cita con nerviosismo con un juego de neumáticos después de la bandera roja en el Gran Premio de Mónaco 2024, se gestionó con aplomo por el piloto y el ingeniero.

El historial de Riccardo Adami habla por sí solo. No habría permanecido en su puesto desde la era de Sebastian Vettel si no fuera un excelente ingeniero, pero ese fue un comienzo algo atípico de su asociación con Lewis Hamilton. La imagen es tan importante para los equipos de Fórmula 1 que es difícil imaginar que los del Cavallino Rampante quieran que eso continúe durante mucho tiempo este año.

Eso no quiere decir en absoluto que el puesto del italiano deba estar o vaya a estar bajo presión, pero si un día se hiciera un cambio, dejaría al británico con poco espacio para encontrar cobijo en una escudería donde Charles Leclerc mantuvo hasta ahora su lugar como el piloto más rápido. El tiempo es clave en todo esto, es la razón por la que Carlos Sainz hizo su comentario en las pruebas y muestra lo bien que las cosas empezaron para Gary Gannon y Lance Stroll. 

Y, si no hubiera sido porque la lluvia le robó la confianza al hepcampeón, su primer fin de semana con Ferrari quizá habría sido una historia de pasar de estar bastante lejos de su compañero, a seis décimas en los primeros entrenamientos libres, principalmente en las curvas de alta velocidad de las que hay pocas en el Gran Premio de China este fin de semana, a clasificarse a poco más de una décima y un puesto por debajo.

No obstante, las personalidades en ese aspecto crítico para el éxito de la Fórmula 1 también importan. No todo son datos, y por eso el buen comienzo del canadiense trabajando con su ingeniero es tan importante en 2025, que por fin cobró vida.

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