Los New Orleans Pelicans vencieron este martes sin ningún problema a los Brooklyn Nets (91-104), sellaron su séptimo triunfo en los últimos ocho partidos y ya pisan los talones a Los Angeles Clippers, sus rivales por el cuarto puesto de la Conferencia Oeste.
Frente a unos Clippers (42-25) que se están quedando sin gasolina en el tramo clave de la temporada regular, los Pelicans (42-26) son uno de los equipos más en forma de la liga y da la impresión de que han conseguido encajar todas sus piezas en el momento decisivo.
Zion Williamson, que está firmando una gran campaña, brilló esta noche con 28 puntos (enorme 11 de 16 en tiros de campo), 7 rebotes y 4 asistencias.
Le acompañaron en una meritoria actuación colectiva (seis jugadores en dobles dígitos de anotación) CJ McCollum (16 puntos) y Larry Nance Jr. (13 puntos y 10 rebotes). El puertorriqueño José Alvarado logró 3 puntos, 3 rebotes y una asistencia.
Los Pelicans metieron el 50,6 % de sus tiros de campo, dominaron a su antojo la pintura (52 puntos de sus 104 puntos llegaron en la zona) y su defensa redujo a los Nets hasta dejarles en un 36,9 % en intentos a canasta.
Con este triunfo, los Pelicans se aseguraron tener dos temporadas consecutivas con balance positivo por primera vez desde las 2007-2008 y 2008-2009.
Además, Nueva Orleans inició con victoria una gira de cuatro encuentros que esta semana le llevará a enfrentarse a los Orlando Magic, los Miami Heat y los Detroit Pistons.
En los Nets (26-43), ahora con cuatro derrotas seguidas y que volvían a casa tras una ruinosa gira de seis partidos (1-5), los máximos anotadores fueron Cam Thomas (25 puntos) y Mikal Bridges (15 puntos).
A falta de buenas noticias por parte de los Nets, los seguidores neoyorquinos pudieron ilusionarse con Mike Williams, receptor recién fichado por los New York Jets de la NFL y que presenció el partido a pie de pista.
Confianza y solidez de los Pelicans
Los que acudieron al Barclays Center para ver de cerca a Zion se llevaron un pequeño chasco cuando la estrella de los Pelicans sumó dos faltas en solo cuatro minutos y se marchó al banquillo de inmediato.
No le echaron demasiado de menos en su equipo, ya que McCollum empezó perfecto desde el triple (3 de 3 para 9 puntos) y Nance Jr. irrumpió con mucha fuerza desde la segunda unidad (4 de 4 en tiros para 9 puntos también). El 21-27 al cierre del primer capítulo reflejó la solidez y confianza de los Pelicans incluso sin su estrella.
Pero la vida es mucho más divertida para Nueva Orleans si está en la pista Zion, que metió dos canastas atacando la zona nada más empezar el segundo cuarto y mandó al rincón de pensar a los Nets (23-38 con 8.46 para el descanso).
Ya sin aspiraciones de postemporada en esta campaña y con un futuro a medio plazo muy complicado, los Nets son un conjunto mediocre y como tal se comportaron en la primera parte ante los Pelicans: sin ideas en ataque y sin un plan claro en defensa.
Haciendo gala de una defensa rocosa, los visitantes aumentaron su ventaja y Trey Murphy situó el primer +20 cuando todavía faltaban 7 minutos para el intermedio (25-45).
Brooklyn no encontraba vías de anotación más allá de Thomas (15 puntos en la primera mitad) y Bridges (12 puntos), por lo que el rotundo 45-64 camino de los vestuarios no sorprendió a nadie.
Frente al soberbio 57,8 % en tiros de campo de los Pelicans, los Nets se atascaron con un gris 36,6 % y cometieron 9 pérdidas de balón.
Algo cambió en el descanso puesto que los Nets ofrecieron un intento de reacción en el inicio del tercer cuarto con un parcial de 12-4 y Willie Green pidió tiempo muerto (57-68 con 8.55 en el reloj).
No cundió el pánico en Nueva Orleans: dos triples seguidos de McCollum y Herb Jones unido a una canasta de media distancia de Brandon Ingram devolvieron el partido a su estado natural (59-76 a falta de 7.31).
Zion siguió percutiendo en la zona (8 puntos en ese cuarto) y los Pelicans aterrizaron en el último acto con los deberes prácticamente hechos (69-85).
La jugada más espectacular de la velada llegó en el cuarto periodo. Naji Marshall le robó la cartera a Thomas, lanzó el contraataque y sirvió un ‘alley-oop’ a Zion, que destrozó el aro de forma espectacular.
Poco después, Jones colocó de triple un +22 con menos de 7 minutos por jugarse y los Nets no tardaron mucho más en sacar a los suplentes para finiquitar el encuentro cuanto antes.