Sorprendido por la cantidad de partidos en la política dominicana y satisfecho por el avance de la democracia, así reaccionó el diplomático sueco y político socialdemócrata Jean-Pierre Olov Schori, mejor conocido como Pierre Schori, a su llegada a la República Dominicana, país que no visitaba desde 2008.
Pierre Schori jugó un papel muy importante para el establecimiento de las relaciones diplomáticas de República Dominicana con la Unión Europea en 1989, incluso sostuvo una relación muy cercana con José Francisco Peña Gómez y el profesor Juan Bosch. Relató que vino al país por primera vez en 1966, meses después del retiro de las tropas norteamericanas en el país. De manera jocosa y con mucho cariño recuerda que Peña Gómez lo cuidó de la aprehensión de los dominicanos por la connotación que daba su color de piel en ese contexto: “él no es yanqui, él no es yanqui le decía Peña Gómez a la gente cuando caminábamos juntos”.
Schori estuvo en el país la semana pasada luego de 16 años. El motivo de su corta visita fue presentar el libro “Conversaciones con el enemigo” que justamente dedica al extinto líder político Peña Gómez. En el texto cuenta en su condición de interlocutor y diplomático la historia no contada de la diplomacia secreta del primer ministro de Suecia Olof Palme con dos de los líderes más controversiales de la guerra fría: Fidel Castro y Henry Kissinger; una historia sobre revolución y contrarrevolución, distensión, democracia y dictadura».
En una entrevista con Diario Libre, Schori lamentó la situación convulsa que vive el mundo con dos guerras: “el mundo anda mal”, y a la vez dijo “lo único positivo viene de Latinoamérica”. Deploró la situación de Haití, país que comparó con Gaza y la cuota de responsabilidad de Estados Unidos ante el apogeo de las bandas armadas en ese pueblo.
Entrevista a Pierre Schori
Es un diplomático y político sueco. Fue secretario internacional del Partido Socialdemócrata Sueco y asistente del primer ministro sueco Olof Palme.
Pierre Schori, fungió como embajador de Suecia ante la ONU, diputado ante el Parlamento Sueco y Europeo, entre otras funciones diplomáticas que lo llevaron a estrechar lazos importantes en distintos países, especialmente en la República Dominicana, donde trabajó manos mano con Olof Palme.
P: Hace qué tiempo no visitaba la República Dominicana y en qué ha cambiado
R: La última vez que estuve aquí fue el año 2008 que vine invitado por Rafael Alburquerque a una conferencia.
Yo estuve aquí la primera vez para ver a Peña Gómez, antes había hablado en España con Juan Bosch. Vine aquí varios meses después de la salida de las tropas norteamericanas y cuando Peña Gómez estuvo conmigo caminando decía: ´No es yanqui, no yanqui´. Había una aprensión a la gente que parecía norteamericana en el país.
Ahora hay más democracia y muchos partidos y más tráfico. Se nota que no hay combates con armas como había antes, es un país normal en sentido latinoamericano.
P: Sostuvo una buena relación con Francisco Peña Gómez, ¿cómo lo recuerda?
R: Peña Gómez fue una de las personas más simpáticas que he conocido, y cantaba bien, declaraba poemas con su voz, y tenía pasión para su pueblo. Tenía muchos enemigos. Después vino el cáncer al final. Él deseaba en verdad ser el presidente del país porque él trabajaba día y noche no para él, sino para los otros. Él era un gran líder internacional. Lo vi en ocasiones en eventos internacionales. Una gran personalidad, una de las personas más grandes y dedico mi libro a él.
P: ¿Qué valoración tiene sobre el desarrollo de la democracia Latinoamérica y el mundo?
R: Estos tiempos que tenemos ahora hay grandes brechas en todas las naciones con la globalización y últimamente con la Inteligencia Artificial todo eso que dominan la economía. La influencia, los jóvenes con Tiktok. Es mucho más difícil para la política encontrar soluciones porque que tienen otras grandes fuerzas que quieren ir su camino, entonces es mucho más complicado ahora que antes.
P: ¿Cómo ve el mundo en su contexto actual?
R: Actualmente el mundo anda mal, tenemos en Europa la primera guerra en Ucrania después de muchos años y en Gaza tenemos un horror, antes era la más grande cárcel ahora el más grande cementerio. También hay otra amenaza y es la posibilidad de que Trump vuelva al poder en Estados Unidos, porque entonces él volverá a buscar sus aliados parecidos, también en Europa y también está Putin.
Con Putin continúa las guerras sucias. Si gana Trump, que es una posibilidad ahora, se sabe que Putin puede negociar, dividir Ucrania y quedarse para siempre. Tal vez lo único positivo viene de América Latina, porque es increíble que ahora tengamos que manejar guerras.
P: Cita que lo único positivo viene de América Latina, ¿qué opina de la situación de Haití?
R: Haití es otro horror, se parece mucho a Gaza, aislada. La situación de Haití es tan distinta, es muy original, donde las bandas realmente han tomado el poder, como si hubiera sido en El Salvador, pero ha sido al revés, pero la culpa la tiene parcialmente los norteamericanos, que han tenido una historia de intervención larga, ¿por qué no pueden intervenir pacíficamente ahora? La situación ha sido un desastre y es demasiado tarde, ellos debían saber lo que está pasando.
Haití tiene una historia muy triste de ocupación durante décadas. Los norteamericanos tienen una gran deuda política y humanitaria con Haití.
Estados Unidos está ahora negociando con Caricom y con Kenia y otros países y es una manera, pero hay que introducir las Naciones Unidas (ONU) y todas sus agencias, vamos a ver lo que pasa.
P: El envío de una fuerza multinacional a Haití ha sido visto por algunos líderes mundiales como una intervención militar disfrazada que vulnera el derecho de autodeterminación de los pueblos, ¿qué piensa usted?
R: Hay reglas internacionales ahora, “Responsability to protect”, fue una decisión universal en el Consejo de Seguridad de las Naciones durante la Guerra de los Balcanes (1991), y es cuando un país, no puede proteger a sus ciudadanos contra muertes masivas entonces la comunidad internacional con el apoyo de una decisión del Consejo de Seguridad puede intervenir militarmente.
Pero lo que los norteamericanos están haciendo es tratando de ayudar especialmente a Kenia. Se necesita una decisión colectiva para dar más fuerza y más legitimidad para la operación.
P: ¿Será igual que la intervención de 1915?
R: Espero que hayan aprendido algo.
R: ¿Cuál es su valoración de la relación de la Unión Europea y República Dominicana 35 años después?
P: Con la guerra en Ucrania y en Gaza, la Unión Europea está solamente preocupada en esto. Parece que no tiene una capacidad para difusión más universal y también al mismo tiempo tiene problemas internos. En Europa también hay grandes divisiones sociales ahora, que puede ser utilizado por la extrema derecha antinmigración y racismo, esos problemas que Hispaniola ha tenido y que ahora los países europeos lo tienen.
No es falta interés en Latinoamérica, se trata de los recursos. Porque ahora casi todos los recursos de la Unión Europea se están movilizando para ayudar a Ucrania, están mandando armas, ayudas humanitarias.
¿Y cómo anda la relación entre RD y la Unión Europea?
Depende mucho de quien sea el comisario responsable para las negociaciones. Eso va a cambiar ahora porque hay elecciones en el Parlamento Europeo en mayo. Tenemos ahora el responsable de política exterior de la comisión un español, Josep Borrell, que es muy latinoamericano, y espero que continúe, pero no conozco los detalles de la negociación, pero cuando los españoles se mantienen allá hay buenas negociaciones.
“Conversaciones con el enemigo”
Pierre Schori presentó el pasado jueves 21 de marzo su libro Conversaciones con el enemigo en el auditorio de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode).
El texto, publicado por la Editorial Funglode, cuenta la historia de la diplomacia detrás de los tratados y las alianzas.
Schori lo define como “la historia no contada de la diplomacia secreta del primer ministro de Suecia Olof Palme con dos de los líderes más controversiales de la guerra fría (Fidel y Kissinger); una historia sobre revolución y contrarrevolución, distensión, democracia y dictadura”.
De acuerdo a una nota de prensa de Funglode, Pierre Schori ha sido un testigo excepcional de un tiempo y de un mundo en cambio. Junto al primer ministro de Suecia, Olof Palme, asesinado en la plenitud de su vida y su carrera, vivió el final de la guerra de Vietnam, las luchas independentistas de Angola y Mozambique, y la lucha contra el apartheid sudafricano. Fue interlocutor de Fidel Castro y de Henry Kissinger, de Haya de la Torre y del premio Nobel de la Paz Oscar Arias. Junto con el embajador sueco en Chile, Harald Edelstam, Schori y Palme abrieron de par en par las puertas de Suecia a los refugiados latinoamericanos y al pueblo chileno, que pedía ayuda tras el aciago 11 de septiembre de 1973.
A sus 85 años de edad jocosamente se define como disidente que se dedica a escribir libros sobre su memoria histórica, entre sus obras destacan: Minnet och elden (Memoria y fuego); Los años de la semilla del mal: 11-S, La guerra de Iraq y el mundo después de Bush; Escila y Caribdis. Olof Palme, la Guerra Fría y el poscomunismo; The Impossible Neutrality – Southern Africa: Sweden´s Role Under Olof Palme y The Way Out of Afghanistan.
Periodista y locutora. Ejerce el periodismo desde 2017. Con experiencia en medios televisivos, impresos y digitales.