La vida de Lily King, una estudiante de 18 años
de la Universidad de Exeter, se apagó de una
manera desgarradora después de sufrir una reacción
alérgica mortal mientras disfrutaba de unas vacaciones con
su madre en Marruecos.
La trágica noche en Rabat
Lily y su madre Aicha habían estado disfrutando de unas
merecidas vacaciones en Rabat, Marruecos, para celebrar las
excelentes calificaciones de Lily en su primer año en la
universidad. Sin embargo, la noche de su último día, una comida
aparentemente inocua en un
restaurante local resultó ser una pesadilla mortal.
Aicha, quien habla árabe, le explicó claramente al personal del
restaurante sobre las alergias de su hija,
solicitando específicamente que evitaran cualquier plato con
lácteos, pescado, mariscos, sésamo y frutos secos. Sin embargo, a
pesar de estas instrucciones explícitas, el camarero les aseguró
que los “camarones” que venían con el plato de
Lily eran en realidad solo zanahorias cocinadas en aceite de
oliva.
Apenas unos minutos después de comenzar a comer, la joven
comenzó a sentir síntomas de una reacción alérgica, quejándose de
picazón en la garganta que rápidamente se
convirtió en náuseas. Aicha actuó de inmediato, administrando a su
hija un Piriton y pidiéndole que fuera al
baño.
Cuando Lily regresó, le dijo a su madre que no podía
respirar. Aicha comenzó a llamar a una ambulancia y
salieron del restaurante para que Lily pudiera intentar respirar.
Utilizaron su primer autoinyector de epinefrina,
pero tuvo que regresar al restaurante para recuperar su
bolso, que contenía su pasaporte y otros documentos. Fue
entonces cuando el personal del restaurante le
exigió que pagara la cuenta antes de irse, desperdiciando preciosos
segundos.
Cuando Aicha regresó con su bolso, encontró a su hija en un
estado desesperado. Lily había usado su segundo
autoinyector de epinefrina, pero sin éxito. Aicha gritaba
pidiendo ayuda, pero los guardias de seguridad del restaurante no
intervinieron.
Sin ver signos de la ambulancia, no tuvo más remedio que llevar
a su hija al hospital por su cuenta. Pero para cuando llegaron,
Lily ya había sufrido un ataque cardíaco. Entró en
un estado catatónico que la dejó con muerte
cerebral, y finalmente falleció en los brazos de su madre.
Los médicos mantuvieron a la joven con soporte vital durante
tres días, pero sin actividad cerebral, finalmente
tuvieron que desconectarla. Durante todo el horrible incidente, el
personal médico tuvo poco contacto con la familia Kings.
Cuando se les preguntó sobre la causa de la muerte de Lily,
simplemente la atribuyeron al “ataque cardíaco”
que sufrió en el restaurante. Sin embargo, su padre está convencido
de que la reacción alérgica fue la verdadera
causa, y teme que nunca sabrán exactamente qué salió mal.
La policía marroquí abrió una
investigación sobre el incidente en el
restaurante, pero la familia Kings aún no ha sido informada sobre
los avances del caso. Michael King espera que no se deje “pasar por
alto” y que se tomen medidas para evitar que algo así vuelva a
ocurrir.
Para evitar tragedias como la de Lily, es fundamental que:
- Los restaurantes capaciten exhaustivamente a su
personal sobre alergias alimentarias y protocolos de
emergencia - Se implementen rigurosos controles de
calidad para garantizar que no se sirvan alimentos a
los que los clientes son alérgicos - Los clientes con alergias severas se sientan
cómodos al comer fuera, sabiendo que sus necesidades serán
atendidas con el máximo cuidado - Haya una mayor conciencia pública
sobre las alergias alimentarias y sus potenciales consecuencias
mortales
