Budapest.- El primer ministro de Eslovaquia, el populista Robert Fico, advirtió este jueves en Budapest que suspender el derecho de veto en decisiones clave de la Unión Europea (UE) equivaldría a levantar «un nuevo Telón de Acero» y supondría, a su juicio, «el fin del proyecto europeo».

El jefe del Gobierno eslovaco hizo esas afirmaciones en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), un foro que reúne en Hungría a dirigentes ultraconservadores de Europa y otros países, con un discurso marcado por el rechazo a la Unión Europea (UE) y el apoyo a Donald Trump.

«La suspensión del veto y el castigo de los valientes funcionaría como un nuevo Telón de Acero», afirmó Fico, que a pesar de definirse como socialdemócrata participó en la reunión derechista que se celebra este jueves y viernes en Budapest.

Esta propuesta también «significaría el fin del proyecto europeo», enfatizó Fico.

Según el jefe de Gobierno eslovaco, en la UE «se quiere castigar a los países que cuentan con posturas soberanas, como por ejemplo en el caso de Ucrania».

En este sentido agregó que el canciller alemán, el conservador Friedrich Merz, ha asegurado que se debería castigar a países como Eslovaquia y Hungría, a quienes el eslovaco calificó como «valientes» ya que cuentan con posturas propias en varios temas.

En opinión de Merz, no se puede permitir que las decisiones de toda la UE «dependan de una pequeña minoría» y apuntó la posibilidad de que se empleen contra estos dos países procedimientos de infracción e incluso la retirada de fondos comunitarios, como ya se ha hecho con Hungría por violaciones de las normas comunitarias.

Los Gobiernos de los dos países centroeuropeos son aliados de Moscú y en la UE se observa con recelo que obstaculicen la política exterior europea sobre Rusia.

Criticas a la UE, elogios a Trump

Otros participantes de la CPAC, que se organiza bajo el lema de «La era de los patriotas», también han criticado a la UE.

El líder de la formación ultraderechista austríaca FPÖ, Herbert Kickl, afirmó que «la UE, en su forma actual es una burla de la Europa de los Estados soberanos».

Según Kickl, Bruselas se ha convertido en «un centro de poder que no sirve a los ciudadanos, sino que reeduca a los estados y naciones, conforme a las exigencias de los burócratas».

Otro aspecto común en los discursos de los asistentes ha sido elogiar al presidente de EE.UU., Donald Trump.

El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, afirmó que la victoria de Trump en las últimas elecciones en EEUU «ha devuelto la esperanza en la vida normal y la paz» en todo el mundo.

El italiano Antonio Giordano, secretario general del Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), subrayó que «el presidente Trump está marcando un cambio» y agregó que los líderes políticos conservadores están demostrando que «hay otra forma de gobernar» que respeta las naciones, protege las familias y la soberanía.

El mismo Trump saludó en un breve mensaje la reunión de hoy, asegurando que respeta a Hungría y la CPAC, mientras que agregó que «el primer ministro Orbán es una excelente persona que todos respetan».

El CPAC Hungría es una versión local del evento político organizado por la Unión Conservadora de EE.UU., que ya se celebra por cuarta vez en la capital de Hungría.