Portugal empieza una nueva era y es ya la segunda en un solo año, pero el ‘sorpasso’ de Chega a los socialistas portugueses deja a Luis Montenegro con tres escenarios… y todos peliagudos: la ultraderecha se ha convertido en segunda fuerza en el país, por delante del PS, tras el recuento del voto exterior y el conservador, que seguirá siendo primer ministro, tendrá que elegir entre incumplir su palabra y dejar a Chega entrar en el Ejecutivo, un Gobierno en solitario como el que fracasó hace solo unos meses o incluir a los socialdemócratas en una especia de gran coalición como la que se da en Alemania. Todas esas posibilidades son muy complejas para una alianza de centroderecha que es ya consciente de que ganar no es lo mismo que gobernar.
La primera opción es la menos probable: Montenegro mantiene el cordón sanitario sobre Chega y lo da por hecho también su líder, André Ventura. “Seremos el partido que a partir de hoy comenzará a construir una alternativa a este Gobierno, no por este hombre o por esta mujer en concreto, sino porque creo que están dadas todas las señales, dentro y fuera del país de que es preciso otro Gobierno, otro país, la hora del cambio está llegando a Portugal“, resumió ante sus seguidores tras conocer el resultado final de los comicios. Con esas palabras da por hecho que prefiere ahora mismo liderar la oposición, con todo el espacio para su discurso durante lo que dure la legislatura.
Ventura afirmó que quieren ser “el partido del orden, de la estabilidad”, pero también de la vigilancia y de la confrontación: “Porque nunca tuvimos miedo a la confrontación, incluso cuando era difícil, no nos olvidamos de nuestros orígenes ni de nuestras raíces”, concluyó, dejando claro que su principal objetivo será enfrentar las normativas que vaya aprobando el nuevo Gobierno. “Porque este partido se hizo calle a calle y se hizo con aquellos que en la confrontación crean un país diferente, sin miedo a salir a la calle”, terminó diciendo; aseguró además que Chega va a mantener su ADN.
Con esto, la distancia entre el PSD y Chega sigue siendo enorme, así que la segunda opción que tiene Montenegro es repetir la fórmula de 2024: un Gobierno en solitario, pero en minoría y con apoyos externos, que pueden ser los del PS y los liberales. Es una vía demasiado endeble, sobre todo desde el punto de vista de la aprobación de unos Presupuestos, algo que ya ni siquiera pudo hacer durante la pasada (y cortísima) legislatura. Hay que recordar además que el anterior Ejecutivo cayó debido a un escándalo vinculado a su empresa familiar, Spinumviva. Aunque Montenegro dejó de ser socio de la firma en junio de 2022, la empresa continuó operando bajo la dirección de su esposa e hijos, lo que generó sospechas de conflicto de intereses, especialmente tras una reforma legislativa del suelo que podría haber favorecido a Spinumviva. Aunque no se encontraron irregularidades legales, la percepción pública de corrupción y la falta de transparencia minaron la confianza en su liderazgo y puede que el resto de partidos ya no le ‘dejen’ gobernar solo.
La crisis culminó el 11 de marzo de 2025, cuando la Asamblea de la República rechazó una moción de confianza presentada por Montenegro. La oposición, que incluía al PS, Chega, el Partido Comunista Portugués, el Bloco de Esquerda, PAN y Livre, votó en bloque en su contra, mientras que su propio partido, el Partido Social Demócrata (PSD), no logró asegurar el apoyo necesario. Este rechazo abrió la puerta a elecciones anticipadas, las terceras en tres años, y marcó el fin de un gobierno que no alcanzó a completar su primer año en el poder.
La última posibilidad y quizá la que más cuerpo va a coger en los próximos días es la de un Ejecutivo de gran coalición, con conservadores y socialistas. Sería algo completamente novedoso para Portugal, pero ya se ve en otros países de Europa, sobre todo con el caso alemán como referencia. Esta opción, al mismo tiempo, sería casi más beneficiosa para el PS que para el PSD. ¿Por qué? Porque con su peor resultado histórico podrían encontrarse aún así dentro del Gobierno y con cierta capacidad para pedir carteras de su ‘cuerda’ como Vivienda, un tema que se hizo capital en la campaña electoral de Pedro Nuno Santos.
Sería una manera también de taponar la crisis interna. La salida abrupta del propio Nuno Santos, a falta de consenso interno sobre la estrategia a seguir y la presión por una renovación profunda han generado divisiones. La elección de un nuevo secretario general está prevista para finales de junio, con José Luís Carneiro como único candidato, lo que ha generado críticas por la rapidez del proceso y la falta de reflexión interna; algo que podría suavizarse si finalmente se convierten en el socio menor del nuevo Gobierno.
Portugal se ha convertido en el país de la UE con más elecciones en los últimos diez años junto a Bulgaria, y parece que la inestabilidad, por un motivo u otro, seguirá en la nueva era Montenegro, que será la segunda con el conservador al frente, con la ultraderecha en máximos históricos y quizá liderando la oposición y unos socialistas que pese a estar en su peor momento tienen la sartén por el mango para condicionar a los conservadores.
