El Gran Premio de Europa de 2012 es recordado como una de las carreras más caóticas de la historia reciente de la Fórmula 1 y una de las mejores de todos los tiempos.

El hecho de que Fernando Alonso remontara del 11° puesto en la parrilla de salida hasta la victoria en su propio país, en Valencia, es considerada como una de sus victorias más emotivas y memorables.

De hecho, cuando le preguntaron por su mejor victoria en sus más de 400 carreras, dijo: “Creo que Valencia en 2012. Ganar en Valencia significó mucho para mí. Salí 11º después de una mala clasificación y gané, en España, con Ferrari, fue un poco inesperado. Esa es mi mejor carrera”.

Y mientras Alonso estallaba en lágrimas al escuchar el himno nacional en el podio, el hombre que estaba a su izquierda también estaba disfrutando de un resultado histórico –y que se convirtió en algo muy importante en perspectiva. Era la 155° y última vez que Michael Schumacher se subía al podio de la F1.

La temporada de Schumacher había sido difícil hasta Valencia. Mientras que los dos primeros años en su regreso con Mercedes habían dejado poco para celebrar, 2012 tenía mucho más potencial, aunque circunstancias que estuvieron fuera de su control le quitaron gran parte de la emoción.

Nico Rosberg le dio a Mercedes su primera victoria como equipo en más de 50 años al vencer en China, demostrando los avances que se habían hecho con el W03. Mientras Schumacher parecía lo suficientemente rápido para subir al podio, una rueda suelta le obligó a retirarse después de su primera parada en boxes.

Otras oportunidades de obtener buenos resultados habían pasado en Australia y, sobre todo, en Mónaco, donde consiguió la pole antes de ser retrasado a la sexta posición de la parrilla como resultado de una penalización que se le impuso en la carrera anterior en España.

Al llegar a Valencia, Schumacher tenía apenas dos puntos cosechados en las siete primeras carreras de la temporada, después de haber obtenido el décimo lugar en Malasia y Bahrein. Incluso en el crepúsculo de su carrera, un siete veces campeón del mundo no podía estar orgulloso.

Michael Schumacher, Mercedes AMG F1 W03

Schumacher padeció en la clasificación en el complicado circuito urbano de Valencia, que acogería su quinta y última carrera de F1 en 2012. Cometió un error en su primera salida en la Q2 antes de ir a lo seguro con su segundo intento, dejándolo en el 12° lugar de la parrilla. Arrancaría junto a Alonso en la sexta fila, sin que ninguno de los dos pareciera ser un verdadero candidato al podio.

Mientras Alonso subía hasta la octava posición en la primera vuelta, Schumacher sufrió desde el principio. Sobrevivió a un toque de Bruno Senna en la curva 1, y luego perdió una posición con Jenson Button en la tercera vuelta, dejándolo en el 13º lugar en la primera parte en una carrera donde planeaba hacer una sola parada tras un stint largo con neumáticos medios.

Las altas temperaturas en Valencia hicieron que Mercedes cambiara de planes antes de que Schumacher entrara a su primera parada en boxes después de una brillante defensa de Alonso, que llevaba neumáticos mucho más frescos. El equipo cambió a Schumacher a una estrategia de dos paradas y le dio un juego de neumáticos blandos. El alemán cayó hasta la 17° posición.

Los escombros dejados en la pista después de un choque entre Jean-Eric Vergne y Heikki Kovalainen provocaron la entrada del coche de seguridad, lo que hizo que la mayoría de los pilotos hicieran su segunda parada. Habiéndose parado sólo 10 vueltas antes, no valía la pena que Schumacher hiciera lo mismo, permitiéndole subir hasta el séptimo lugar en la reanudación.

Ese puesto se convirtió en el sexto cuando Sebastian Vettel, líder de la carrera, sufrió un fallo en el alternador, y Schumacher pronto se encontró quinto después de que Daniel Ricciardo (Toro Rosso) entrara en boxes. El piloto de Mercedes lo había hecho bien para mantener a gente como Mark Webber y Pastor Maldonado detrás, pero aún así tuvo que hacer una segunda parada para poner un último juego de blandos para llegar al final.

Michael Schumacher, Mercedes AMG F1, por delante de Bruno Senna, Williams FW34

Saliendo de los boxes 11° lugar a 16 vueltas del final, el ritmo de Schumacher había sido lo suficientemente bueno como para defenderse de Webber, algo que más tarde resultaría crucial, y ahora tenía neumáticos mucho más frescos que le permitían ir a la carga en la última parte de la carrera.

Mientras Schumacher avanzaba, Webber le seguía, doblando a pilotos que sufrían con las altas temperaturas. Los blandos eran claramente los neumáticos para ese momento, siendo casi un segundo por vuelta más rápido que el líder de la carrera, Alonso.

Ambos adelantaron a Vitaly Petrov antes de dejar atrás también al McLaren de Button. Sergio Pérez y Paul di Resta fueron superado en vueltas consecutivas, lo que combinado con la última parada de Rosberg había llevado a Schumacher al quinto lugar. Un buen botín de puntos estaba finalmente al alcance.

Y en la penúltima vuelta, el podio cayó en manos de Schumacher, pero no sin un adelantamiento final. Cuando los neumáticos de Nico Hulkenberg, (Force India) se desgastaron, también cayó en las garras del Mercedes y fue adelantado antes de que Schumacher liderara el tren y pasara al Williams de Maldonado, quien sufrió daños tras llevar a Lewis Hamilton contra el muro mientras luchaban por la tercera posición.

El último lugar del podio pertenecía ahora a Schumacher, que pudo mantener la posición a pesar de la presión final de Webber para conseguir su primer podio desde el Gran Premio de China de 2006, 99 carreras antes. Schumacher ni siquiera se dio cuenta de que había terminado tercero inicialmente.

“Pregunté a mis muchachos dónde terminamos”, dijo Schumacher. “Vi la pizarra de boxes de Webber cerca del final y le ponía octavo y séptimo, y sabía que yo estaba un lugar adelante”.

“Entonces me dijeron que había sido tercero, un podio, ¡y no lo podía creer! Es algo que no esperaba, como que pierdes la cuenta, porque estaba bastante ocupado en esas últimas fases de la carrera. Además, Hamilton y Maldonado tuvieron un problema, así que perdí la cuenta”.

Michael Schumacher, Mercedes AMG F1, saluda tras la carrera

Eso no significó una falta de interés por parte de Schumacher, algo que quizás se le podría perdonar dada su carrera llena de trofeos. Lejos de eso. Este podio significó mucho ya que era el primero desde su regreso en 2010.

“Es una sensación maravillosa estar de vuelta después de tanto tiempo”, dijo. “Estuvimos un par de veces cerca, y finalmente sucedió de una manera muy espectacular y en una pista donde es difícil adelantar”.

“Pero debido a varias estrategias y diferencias en la pista fue bastante emocionante y esa es la mejor manera si logras subir al podio cómo lo hice hoy. Hacerlo de una forma emocionante me hace muy feliz”.

“Para eso estoy aquí, para estar emocionado, escuchar finalmente el mensaje de P3 es un dulce final para una carrera inesperada”.

Norbert Haug, jefe deportivo de Mercedes entonces, esperaba que fuera el comienzo de muchos más podios para Schumacher.

“Es importante y vendrán más podios cuando le demos el coche que necesita a nivel de velocidad y fiabilidad”, dijo Haug a este medio.

“Podría haber dicho: ‘Gané 91 carreras, ¿por qué debería estar contento?’ Pero estaba realmente contento y era equivocado decir que lo había heredado”.

“A dos vueltas del final estaba quinto, pero puedo contarles muchas historias en las que era quinto y las cosas se pusieron en su contra. Lo que pudimos ver en Valencia fue que la velocidad estaba allí”.

Esa muestra de velocidad se sumó a las peticiones para que Mercedes renovara a Schumacher para 2013, como el alemán esperaba. Pero Haug lo descartó como una “historia aparte” y algo que “hablaría después” con él.

Las cosas estaban avanzando entre bastidores para que el frustrado Hamilton saliera de McLaren y se uniera a Mercedes para 2013, dejando a Schumacher sin sitio y forzándolo a una salida no planeada de la F1 por segunda vez. En esta ocasión, la definitiva.

Valencia le dio a Schumacher un impulso para el resto de la temporada, aunque no fuera suficiente para salvar su asiento. Superó a su compañero de equipo, Rosberg, 32 a 18 a partir de ahí, ayudando a Mercedes a superar a Sauber en el quinto lugar del campeonato de constructores.

Puede que no viniera con la tradicional algarabía del himno nacional alemán, pero ver a Schumacher de vuelta en un podio de la F1 alegró a la gran mayoría de la comunidad de la F1. Incluso después de las 154 visitas anteriores, poco había que envidiarle a esta.