Los Minnesota Timberwolves de un Anthony Edwards incendiario (43 puntos) sometieron este sábado por 99-106 a los Nuggets en Denver y se adelantaron por 0-1 en esta titánica semifinal del Oeste.
La NBA esperaba con muchas ganas esta serie: un duelo descomunal entre el vigente campeón (Denver) y la mejor defensa de la temporada (Minnesota) además de un cara a cara entre dos de los equipos más físicos, correosos y potentes de la liga.
La primera entrega no decepcionó para nada con un partido de altos vuelos, tremendamente exigente y de baloncesto con mayúsculas que acabó con los Wolves arrebatando el factor cancha a los Nuggets.
Edwards estuvo sensacional con un nuevo récord personal de puntos en ‘playoff’ y terminó con 17 de 29 en tiros (3 de 7 en triples), 7 rebotes y 3 asistencias.
También fueron fundamentales, sobre todo tras el descanso, el dominicano Karl-Anthony Towns (20 puntos), Mike Conley (14 puntos y 10 asistencias) y Naz Reid (16 puntos).
Minnesota, que dominó esta noche el rebote (42 por 34), venía de barrer a los Phoenix Suns por 4-0 y no jugaba una segunda ronda desde 2004.
En Denver, Nikola Jokic rozó el triple-doble (32 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias) pero perdió 7 balones y no brilló en la puntería (11 de 25, 2 de 9 en triples).
Michael Porter Jr. aportó 20 puntos y 6 rebotes y Jamal Murray sumó 17, todos ellos tras el descanso.
Chris Finch, técnico de Minnesota que se tuvo que operar la rodilla tras un choque fortuito con Conley en el cuarto partido ante Phoenix, se sentó en el banquillo pero fue su asistente Micah Nori quien estuvo de pie en la banda comunicándose con sus jugadores.
Edwards contra el mundo
‘Ant-Man’ arrancó como un cohete: dos triples, una canasta más adicional y un par de estupendas defensas sobre Murray para que los Wolves despegaran con un 2-12 en tres minutos.
Minnesota llegó a tener un +14 en el primer cuarto en el que los Nuggets rememoraron sus descafeinados inicios contra los Lakers, solo que ahora tienen delante un conjunto con una presión asfixiante.
Pero Denver encontró un inesperado salvavidas en Reggie Jackson, que entró desde el banquillo con mucha energía y que orquestó un monumental parcial de 21-5 para que los Nuggets cerraran un explosivo primer cuarto por delante (25-23).
Con 9 puntos de Porter Jr., los Nuggets mostraron que también podían ser un tormento defensivo: Edwards se salió con 16 puntos (6 de 10) pero el resto de Minnesota solo anotó un 3 de 14.
No bajaron las pulsaciones en el segundo cuarto pero los ataques se secaron: un escaso 19-17 (44-40 al descanso) que reflejó que sacar tiros liberados costaba una barbaridad.
La excepción fue Edwards, impresionante con 25 puntos en la primera mitad (10 de 17). Pero sus compañeros seguían atascados (6 de 27 para solo 15 puntos) y los Wolves perdieron 8 balones.
En los Nuggets, Jokic (15 puntos) y Porter Jr. (13 puntos) tiraron del carro con un Murray con 0 puntos y que sufrió muchísimo el desgaste físico de los Wolves.
Tanto Denver como Minnesota ajustaron sus ataques, pero el que volvió realmente inspirado a la cancha fue Towns con 11 puntos y un fenomenal mate en transición.
Conley (11 puntos) también se apuntó a ese despertar ofensivo, pero en los Nuggets reaccionó asimismo Murray (7).
Aun así, los Wolves, con un enorme 73,7 % en tiros, se llevaron ese tercer capítulo por 27-33 y llegaron al desenlace con una ventaja mínima (71-73).
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La quinta falta de Towns fue el único borrón a un último cuarto muy intenso y en el que nadie ahorró pólvora. Murray firmó un espectacular triple con adicional, pero Reid respondió a lo grande con 14 puntos en el cuarto periodo incluyendo dos triples y un fantástico mate (88-94 con 4.20 para el final).
Los Nuggets se quedaban sin tiempo pero, a diferencia de sus remontadas contra los Lakers, esta vez no descifraron la defensa rival y los Wolves, con un canastón en ‘fadeaway’ de Edwards, tomaron la ventaja en esta serie que promete emociones fuertes.