La sorprendente destitución de Christian Horner tras 20 años al frente de Red Bull también ha tenido repercusiones en el seno de la familia de las bebidas energéticas. Tras el nombramiento de Laurent Mekies como sustituto de Horner, la dirección de Red Bull recurrió a Alan Permane, el director de carreras de Racing Bulls y veterano del paddock, para ocupar el puesto de director del equipo y supervisar a los 700 empleados de la escudería anglo-italiana en Milton Keynes y Faenza.

Alan Permane, que pasó de Benetton a Renault, Lotus y Alpine, fue un incondicional de la escudería de Enstone como ingeniero y director deportivo, antes de abandonar la escudería hace exactamente dos años. En enero de 2024 fue contratado por Racing Bulls como director de carreras para forjar su identidad y luchar por liderar la zona media de la parrilla.

Permane, de 58 años, lleva en la categoría desde 1989 y lo ha visto todo, pero convertirse en director de equipo no estaba en su horizonte y le pilló por sorpresa.

“Tuve muchas reacciones a la noticia, algunas de shock, otras de orgullo”, dijo Permane a Motorsport.com en una entrevista exclusiva. “Es increíble que sientan que soy capaz y que tengo potencial para liderar este equipo. Agradezco profundamente a los directivos de Red Bull Austria, Oliver Mintzlaff y Helmut Marko, y, por supuesto, a Laurent por recomendarme, empujarme hacia adelante, su confianza en mí también. Ha sido una gran semana”.

Permane sólo ha tenido dos semanas para ponerse a tono con su nuevo puesto antes de afrontar el Gran Premio de Bélgica de este fin de semana, pero considera que la sólida estructura que Mekies y el director general del equipo, Peter Bayer, han puesto en marcha, y que ha permitido al equipo convertirse en una escudería más competitiva en la zona media, significa que tampoco necesita reinventar nada.

“Bueno, el plan de acción es mantener las cosas como están“, señaló. “Laurent y Peter han hecho un trabajo fantástico con este equipo en los últimos 18 meses, lo que ha dado lugar a un aumento de la competitividad. Y mi plan es mantener eso, mantener al equipo en esa trayectoria ya existente”.

“Es un gran equipo y sé que los veteranos de Red Bull están muy contentos con la forma en que se dirige el equipo. Están muy contentos con nuestra competitividad. El objetivo es estar en lo más alto de la zona media, y sin duda estamos en la batalla por ello y continuaremos esa lucha a lo largo de este año”.

“Por mi parte, esto va a suponer más viajes. Mi fábrica principal está en Milton Keynes. En mi anterior puesto como director de carreras, pasé algún tiempo en Italia, pero sin duda significará que dividiré mi tiempo entre los dos sitios. Probablemente un poco más en el lado de Faenza, donde está la mayor parte del equipo”, explicó.

Un serio reto por delante en Racing Bulls

Liam Lawson, equipo Racing Bulls

Foto: Sam Bloxham / LAT Images vía Getty Images

Permane considera que su amplia experiencia como director deportivo le ha proporcionado una sólida formación para encajar en el puesto más alto, aunque no subestima el reto que supone pasar de dirigir un equipo en pista a sentarse al frente de dos fábricas que albergan a más de 700 empleados.

“Creo que ser director deportivo te da una buena base”, explica. “Es un papel mucho más grande, por supuesto. Como director deportivo, diriges a un grupo de 60 o 70 personas. Formas parte de los comités de la FIA. Trabajas con la FIA, los comisarios, las sanciones, las protestas y cosas así. Por lo tanto, tienes una base muy buena para asumir este trabajo, pero, por supuesto, es un papel mucho más importante”.

“Habrá muchas cosas nuevas, pero estoy muy preparado para asumirlo y confío en hacer un buen trabajo”, añadió el británico de 58 años.

Racing Bulls no nombrará a un sustituto para el papel de director de carrera por el momento. En su lugar, el ingeniero jefe de carrera Mattia Spini asumirá funciones adicionales. “De momento no lo ocuparemos. No cambiaremos las cosas inmediatamente”, explicó Permane.

“Mattia dará un paso adelante, y es un excelente ingeniero jefe de carrera, y tiene ganas de hacer más, y sin duda tiene capacidad para hacer más. Inevitablemente, yo me involucraré un poco más que Laurent, sobre todo al principio, para asegurarme de que la transición sea lo más suave posible. Pero no tengo ninguna preocupación al respecto. El equipo de Milton Keynes y Faenza es muy fuerte”.

Apoyo del paddock

En respuesta a la noticia, el jefe de Sauber, Jonathan Wheatley, publicó una foto de él y Permane brindando con una copa de champán en el garaje de Benetton cuando celebraban su éxito en el título de 1995 de Michael Schumacher. Permane y Wheatley se hicieron muy amigos y en un golpe de efecto ahora competirán el uno contra el otro el hecho de ser dos de los 11 directores de equipo de la F1.

“Hemos crecido juntos”, dijo Permane. “Los dos trabajamos en en el coche de Michael. En aquella época yo era ingeniero electrónico, Jonathan era el mecánico número dos. Y ahí empezó nuestra amistad. Trabajamos juntos durante muchos años, primero en Benetton, luego en Renault y después, por supuesto, él fue a Red Bull y ahora a Audi”. 

A la pregunta de si alguna vez albergó ambiciones de jefe de equipo como Wheatley, que dejó Red Bull para trabajar en Sauber, respondió: “Sinceramente, no. He sido mucho más un técnico o un deportista”.

“Pero ahora que ha sucedido, lo estoy disfrutando. Va a ser un gran reto y estoy deseando que llegue”.

Las primeras carreras de aquel año 2002 ya permitían adivinar que Michael Schumacher alcanzaría su quinto mundial de Fórmula 1, aunque faltaba saber en qué evento y circuito lo conseguiría el alemán, que venía de ganar en 2000 y 2001 su tercera y cuarta corona respectivamente.

Schumacher y Ferrari dominaban con mano de hierro la máxima categoría, y lo habitual ese curso para ellos era lograr la victoria o al menos un podio en cada gran premio.

En una temporada de 17 carreras, la prueba francesa, la undécima, se disputaba en Magny-Cours y llegaba con Schumacher ampliamente escapado en el mundial de pilotos con 86 puntos, siendo su compañero Rubens Barrichello segundo con 32 y Juan Pablo Montoya, con el Williams, tercero con 31.

Ese sería el último año en el que la Fórmula 1 daba 10 puntos al ganador y 6 al segundo (y 4 al tercero, 3 puntos al cuarto, 2 al quinto y solo un punto al sexto).

En la clasificación, Montoya se hizo con la pole position por apenas 23 milésimas (0,023 segundos) sobre Schumacher. Fue una de las siete poles del colombiano en 2002, que si bien no pudo ni soñar con alcanzar a Schumacher en puntos y victorias, sí le igualó en ese registro de los sábados.

Ya en carrera, Michael lograría superar a Montoya tras la primera parada en boxes, y se dirigía a la victoria cuando recibió un drive-through por superar la línea blanca de salida del pitlane, con lo que cayó a la tercera plaza.

El rendimiento del Williams bajó, y un joven Kimi Raikkonen, por entonces en su primera temporada con McLaren, parecía camino a su primera victoria en F1, aunque Schumacher no le perdía de vista.

Todo cambiaría a cinco vueltas del final, cuando el motor motor del Toyota de Allan McNish se rompió y dejó aceite en la frenada de la horquilla, algo que pilló por sorpresa a Raikkonen. El finlandés perdió la trazada y Schumacher aprovechó para pasarle, aunque estuvieron cerca de tocarse cuando Kimi se reincorporaba a la pista.

Ya líder, Schumacher preguntó a su equipo si tenía que dejarse pasar por el McLaren, y en Ferrari le dijeron que no. El alemán ya puso sus ojos en el que sería su octavo triunfo en 10 carreras disputadas hasta entonces en 2002. 

La diferencia respecto a las otras victorias era que esa de Francia permitió a Schumacher ser campeón del mundo por quinta vez, ya que Barrichello abandonó al inicio y Montoya no pudo ser más que cuarto, quedando a 62 puntos del líder de Ferrari faltando 60 (seis carreras) por repartirse. Recordamos que ese año no había punto por la vuelta rápida.

“‘Gracias’ es una palabra muy pequeña para agradecer lo que el equipo hace por mí. Adoro y a la vez admiro a cada uno de los miembros de la Scuderia por el trabajo que hacen y su motivación”, dijo Michael nada más coronarse pentacampeón.

“Este fin de semana no pensé mucho en el título, pero cuando vi que Rubens estaba out y supe en qué posición estaba Montoya, sí empecé a pensarlo”.

Schumacher reconoció que en las últimas vueltas lo pasó mal, y dijo que tenía cierta preocupación: “No creo que hubiera podido pasar a Kimi sin el problema del aceite. Hizo una carrera magnífica. Al pasarle, creía que lo había hecho con banderas amarillas y me preocupé, porque ocurrió justo después del incidente”.

“Cuando estaba líder fueron las cinco peores vueltas de mi vida, porque me di cuenta de que volvía a tener el mundial en el bolsillo. Sentía la presión sobre mis hombros, una presión enorme para no fallar. Esas vueltas me parecieron una eternidad”.

Schumacher consiguió igualar los cinco mundiales de Juan Manuel Fangio pocos días antes del 45º aniversario del quinto título del argentino. Posteriormente el germano sumaría dos coronas más con Ferrari para elevar a siete sus mundiales, algo que parecía inalcanzable hasta que Lewis Hamilton lo igualó en 2020. El británico había alcanzado en 2018 los cinco campeonatos de Fangio, y en 2021 no pudo lograr convertirse en el más laureado en solitario tras la derrota ante Max Verstappen. Pero nunca ganó, ni ganará, un título en julio.

¿Quieres leer nuestras noticias antes que nadie y de manera gratuita? Síguenos aquí en nuestro canal de Telegram y no te perderás nada. ¡Toda la información, al alcance de tu mano!