¿Cuál es el principal objetivo de la EUIPO en estos momentos?

Nuestro principal objetivo es que la propiedad intelectual se convierta en el pilar fundamental de la competitividad en Europa. Y que la EUIPO se consolide como la oficina que impulsa y facilita la innovación en la UE. Queremos fortalecer el ecosistema europeo de propiedad intelectual para que sea más robusto y accesible para todos. Y así, poder seguir apoyando a las empresas (las pymes especialmente) en ese camino que recorren desde la creación a la protección de sus derechos de propiedad intelectual. Y, por supuesto, hasta llegar al uso estratégico de esos intangibles para financiarse, crecer, establecerse en el mercado…Ayudar, apoyar y acompañar.
Y situar la Propiedad Intelectual en el lugar que pensamos que debe estar. Como puente que conecta la competitividad y la financiación de la innovación en la Unión Europea.

¿Qué papel juega la propiedad intelectual en la competitividad de la UE de la que ahora tanto se habla?

Es un elemento estratégico de competitividad. La propiedad intelectual convierte ideas en resultados económicos, conecta la innovación con el mercado, atrae inversión, impulsa el crecimiento y permite crecer más rápido a empresas de todos los tamaños. No es un fin en sí mismo, es un activo empresarial que alimenta el crecimiento. La clave es poder convertir en “comercializables” esos activos intangibles (marcas, diseños…) que, sin duda, son los que dominan la economía europea a día de hoy.

¿Es Europa una potencia en este sentido?

Es una potencia en creatividad, en creación, en innovación, en diseño, en ciencia… pero a la hora de ponerlo en el mercado, pues flojea. Muchísimas empresas con un gran potencial se quedan en ese tramo crítico que separa la investigación del mercado. Y es ahí, precisamente ahí, donde la propiedad intelectual aporta un apoyo vital. Unos intangibles reconocibles y valorados adecuadamente, atraen y desbloquean financiación e inversión. Y, por tanto, aceleran la salida al mercado y ayudan a reducir el éxodo de empresas europeas. En una economía cada vez más “intangible”, si no protegemos nuestra propiedad intelectual, la innovación pierde valor y Europa pierde terreno. Los intangibles cuentan. Y tienen que contar cada vez más también a ojos de inversores.

¿Cómo puede la EUIPO ayudar a las pymes a proteger mejor sus marcas y diseños?

Yo creo que a los empresarios, a las pymes, hay que ayudarles con tiempo, dinero y seguridad. Tanto jurídica como institucional. Hay que ofrecer trámites más sencillos; digitalizando servicios y ayudando a los empresarios en el proceso de registro y protección. Hay que poner a su disposición herramientas que les faciliten la presentación de solicitudes más sólidas y a detectar riesgos cuanto antes. Y acompañarles. No se trata sólo de que registren su marca o diseño, sino de usar la propiedad intelectual para entrar al mercado, para crecer, para internacionalizarse… y, por supuesto, para acceder a la tan necesaria financiación. Y en eso estamos. Un claro ejemplo es nuestro fondo para pymes que ha superado las 155 000 solicitudes desde su puesta en marcha. Y seguimos mejorando y ofreciendo cada vez más apoyo, guía y ayudas. Siempre, además, en colaboración con las oficinas nacionales de propiedad intelectual. Para que cada euro invertido rinda más y mejor para las pymes.

Y la divulgación…

También es importantísima. Fíjese que las empresas que poseen derechos de propiedad intelectual generan un 23,8% más de ingresos por empleado y pagan un 22,1% más en salarios que aquellas que no los tienen. Y cuando hablamos de PYMES, la cifra asciende a un 44% más de ingresos por empleado. Pero según el último informe Derechos de propiedad intelectual y rendimiento empresarial en la Unión Europea, menos del 10% de las pymes de la UE poseen patentes, marcas o diseños registrados. Los datos los conocemos. Sabemos que es clave para las pymes y para su supervivencia y crecimiento…ahora falta que lo sepan, también, los empresarios. Que sean conscientes que para las pymes, la propiedad intelectual puede ser el puente que convierte un éxito local, regional o nacional en una historia de éxito europea. Nuestro trabajo en la EUIPO consiste en hacer que cruzar ese puente sea más fácil.

¿Hasta qué punto la inteligencia artificial puede ayudar o complicar la gestión de derechos de propiedad intelectual?

La IA puede ayudar a mejorar la calidad, la coherencia y la rapidez a nivel examen, análisis, registro. Pero la transparencia y el control es fundamental. Nuestra apuesta es por la innovación responsable, bajo la Ley europea de IA, y con personas tomando las decisiones que importan. De hecho, la inteligencia artificial ya forma parte de la vida diaria de la EUIPO, y está demostrando ser una herramienta valiosa que nos ayuda a mejorar la calidad y la eficiencia de los servicios que ofrecemos. Tenemos herramientas que permiten comparar logos y marcas figurativas con una precisión y rapidez impensables hace unos años. O que ofrecen sugerencias y alertas en tiempo real a quienes solicitan una marca, reduciendo errores y facilitando el proceso. Lo que tenemos claro en la EUIPO es que la IA asiste, pero no decide.

¿Cómo colabora la EUIPO con otros países para luchar contra las falsificaciones y los abusos en internet?

Mediante una apuesta decidida por la cooperación. La lucha contra las falsificaciones y los abusos en línea es, por definición, una tarea global. Ninguna institución puede afrontarla sola. Uno de los frentes en los que trabajamos es el de construir un ecosistema de observancia digital y transfronteriza que conecte a todos los actores (autoridades, titulares de derechos y las plataformas) en tiempo real. A través del Portal de Observancia de la Propiedad Intelectual (IPEP, por sus siglas en inglés) que ya utilizan aduanas, cuerpos policiales y empresas de toda Europa, facilitamos el intercambio seguro de información sobre productos sospechosos y operaciones en curso.

Tiene que haber por tanto una cooperación estratégica

Colaboramos de manera estrecha con Europol, la Comisión Europea, las autoridades aduaneras y plataformas como EMPACT, que coordina la lucha europea contra las redes criminales. Gracias a esta cooperación, en 2024 se incautaron más de 110 millones de artículos falsificados en la UE, una prueba clara de que la acción conjunta da resultados. Fuera de nuestras fronteras, trabajamos con oficinas y organizaciones de América, África y Asia, a través de las llamadas Alianzas de Propiedad intelectual, y compartimos buenas prácticas, alineamos estrategias y promovemos una respuesta coordinada a escala global de un fenómeno que es global por definición.

¿Qué retos plantea la globalización del comercio electrónico para la protección de marcas europeas?

Velocidad, anonimato y escala: estamos viendo desde hace años como plataformas y redes sociales facilitan la distribución masiva e instantánea de falsificaciones y contenidos ilícitos, a menudo vinculados a redes criminales.
La respuesta pasa por datos en tiempo real, interoperabilidad entre autoridades, cooperación y herramientas que acerquen la inteligencia a la primera línea. Para actuar rápido y con certeza. De ahí nuestro trabajo con las plataformas y herramientas que he mencionado pero hay más. Trabajamos estrechamente con la Comisión Europea y las principales plataformas en línea dentro del Memorando de Entendimiento sobre la Venta de Falsificaciones en Internet, para reforzar la cooperación y la retirada de contenidos ilícitos. Y el nuevo marco legal del Digital Services Act establece obligaciones más estrictas para los grandes mercados digitales en materia de trazabilidad, transparencia y retirada de productos ilegales

¿Son los ciudadanos realmente conscientes del valor de la propiedad intelectual en su vida diaria?

En términos generales, los europeos reconocemos la importancia de la propiedad intelectual, pero no siempre la vinculamos con nuestra vida cotidiana. Existe aún una brecha entre la conciencia y la acción, especialmente entre los más jóvenes. Nuestro estudio más reciente confirma un amplio apoyo de la ciudadanía a la propiedad intelectual, pero también revela comportamientos que contradicen esa valoración. Un 13% de europeos admite haber comprado falsificaciones en el último año y un 14% reconoce haber accedido deliberadamente a fuentes ilegales de contenidos.
Entre los jóvenes, estas cifras aumentan: uno de cada tres (15-24 años) afirma haber utilizado intencionadamente páginas pirata, y la mitad considera “aceptable” comprar falsificaciones en determinadas circunstancias.

¿Diría entonces que falta concienciación?

La normalización social y la accesibilidad siguen pesando más que la falta de conciencia sobre el valor de la propiedad intelectual. Hay que seguir formando, educando en edades tempranas, señalar claramente las ofertas legales y continuar el camino de la cooperación con plataformas para que lo legal sea visible y asequible. Datos, educación y alternativas legales. Y junto a eso, campañas de concienciación públicas.

¿Cuál es el mayor desafío que enfrentará la EUIPO en los próximos años?

El gran desafío será asegurar que la propiedad intelectual siga siendo una ventaja competitiva real para Europa en una economía dominada por los datos, los algoritmos y la inteligencia artificial. Hoy la creatividad y la innovación son los motores de nuestra competitividad, pero en un entorno en el que las tecnologías y los modelos de negocio cambian cada mes, mantener esa seguridad jurídica y al mismo tiempo responder con agilidad será la clave del éxito.