En Santo Domingo, República Dominicana, el exdirector del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), el general retirado Juan Manuel Méndez, compartió pasajes profundos de su vida personal y profesional que han dejado huellas imborrables en su trayectoria. Su relato refleja tanto los desafíos institucionales como los sentimientos personales de quienes dedican su vida a la gestión de emergencias.
En un tono introspectivo, Méndez recordó el trágico incidente conocido como la tragedia del Jet Set. “Las imágenes de aquel día y el dolor de tantas familias enlutadas siguen vivos en mi memoria”, expresó el general, subrayando el impacto profundo que tales experiencias han tenido en su sensibilidad hacia el dolor ajeno.
A pesar de tener una carrera marcada por la disciplina, el general Méndez también enfrentó desafíos personales significativos. A los 14 años, un incidente que casi le cuesta la pérdida de su pierna izquierda dejó una marca indeleble en su juventud. “Aunque cojeo desde entonces, aprendí a caminar con la cabeza en alto”, compartió Méndez, demostrando una notable resiliencia.
Estas pruebas personales le enseñaron a empatizar con el sufrimiento ajeno. Esa empatía fue puesta a prueba nuevamente cuando, siendo coronel en 2005, fue diagnosticado con hepatitis C tras recibir transfusiones sanguíneas en su adolescencia. “Fue una batalla dura, pero logré salir adelante”, recordó.
La historia del general Méndez está profundamente vinculada a su infancia en La Vega, donde creció bajo la tutela de su madre, doña Altagracia, conocida cariñosamente como doña Cuca. “Mi madre nos crió sola, cosiendo y enseñándonos el valor del estudio y el trabajo duro”, comentó con admiración.
Hoy, a sus 89 años, doña Cuca empieza a mostrar síntomas de Alzheimer, pero continúa siendo una fuente de fortaleza para Méndez. La devoción familiar ha sido su soporte fundamental frente a los desafíos en su rol profesional durante eventos críticos como los huracanes Noel y Melissa.
Como padre y esposo, el general destacó su círculo familiar como el núcleo de su fortaleza emocional. “Mi trabajo no es solo una profesión, es una expresión de amor hacia mi tierra”, concluyó Méndez con convicción.
El general Méndez mantiene su dedicación al trabajo de prevención y gestión de riesgos, con la firme convicción de que el entendimiento y la solidaridad son claves en estos contextos. El COE y otras instituciones continúan fortaleciendo las medidas preventivas frente a emergencias, asegurando que las lecciones del pasado sirvan como guía para futuras acciones.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**
