Las autoridades de la región ucraniana de Donetsk han alertado de posibles inundaciones en la zona y también en la provincia vecina de Dnipro tras un presunto ataque de las Fuerzas Armadas de Rusia contra la presa de Kurajovo, ubicada en la localidad homónima y en aguas del río Vovcha.
Así lo ha asegurado el gobernador de Donetsk, Vadim Filashkin, en su canal oficial de Telegram, donde ha subrayado que el ataque sobre la presa “amenaza potencialmente a los residentes” de las localidades a orillas del río Vovcha, que en algunos tramos ya ha aumentado su nivel en más de un metro.
Sin embargo, Filashkin ha subrayado que por el momento no se han registrado inundaciones, aunque las autoridades siguen de cerca la evolución del caudal del río y están alerta ante la necesidad de cualquier intervención. “Mantengo la situación bajo control personal”, ha señalado.
Por su parte, el alcalde de Kurajovo, Roman Padun, ha confirmado en declaraciones a la emisora nacional Suspilne que “el agua fluye a través de las aldeas ubicadas cerca de la presa”, pero que los constantes ataques de las Fuerzas Armadas de Rusia imposibilitan los trabajos de inspección en la zona.
Padun ha reconocido que las corrientes de agua son “como si las esclusas estuvieran abiertas” y ha lamentado que las autoridades “no pueden confirmar la naturaleza de los daños ni el alcance”.
Más tarde, el diputado ruso Vladimir Rogov, al frente de una comisión parlamentaria sobre “proyectos patrióticos”, ha alertado de que las Fuerzas Armadas de Ucrania estarían preparando también un “ataque masivo” contra la presa sobre el río Karachekrak, afluente del Dnieper y ubicada a escasos kilómetros al este de la central nuclear de Zaporiyia.
De acuerdo con Rogov, esta presa es “bastante grande” y cerca se ubican “muchos edificios residenciales”, mientras que el ataque se prepara con el objetivo de preparar el terreno para una futura ofensiva sobre Zaporiyia. “Es una provocación, un crimen de guerra inminente”, ha asegurado en declaraciones a la cadena Rossiya-1.