El gigante bancario suizo UBS continúa avanzando hacia el traslado de su sede central a Estados Unidos, una medida histórica motivada por las excesivas cargas regulatorias en su país de origen y el agresivo cortejo de la administración Trump, según confirmó On The Money.
La señal más reciente de que el mayor banco de Suiza está camino de abandonar su hogar de 162 años llegó el lunes, cuando solicitó una licencia bancaria nacional estadounidense. UBS cuenta con una sólida unidad de gestión de patrimonios en EE.UU. y podría ofrecer muchos más servicios a través de su firma de corretaje.
El CEO Sergio Ermotti y el presidente Colm Kelleher han declarado que planean otras medidas para expandirse en EE.UU., aunque públicamente han intentado restar importancia a establecer la sede del banco -que literalmente lleva su país de origen en el nombre- en territorio estadounidense.
En privado, los directivos del banco han estado preparando el terreno para lo que sería uno de los cambios de estrategia más radicales de cualquier gran banco multinacional en décadas. Ejecutivos de UBS se han reunido recientemente con funcionarios de la administración Trump para preparar movimientos que podrían incluir la compra de un banco estadounidense o una fusión, según personas cercanas al asunto.
Fuentes internas del banco indican que los banqueros senior están alertando al personal que el traslado es casi inevitable dados los costos asociados con permanecer en Suiza y la relativa facilidad que promete la administración Trump para mudarse a EE.UU.
El núcleo de los planes de UBS para abandonar su sede histórica son los nuevos requisitos de capital suizos que obligarían al banco a aumentar su colchón contra pérdidas en 26.000 millones de dólares -una suma abrumadora que el banco considera le imposibilitaría competir globalmente.
Como señaló recientemente Bloomberg, el precio por permanecer en Suiza no termina ahí. UBS es la versión suiza de un banco estadounidense “demasiado grande para quebrar”. En 2023, el gobierno suizo prácticamente forzó al banco a absorber a su rival en problemas Credit Suisse. UBS ha estado pagando el precio desde entonces.
Por ejemplo, UBS quiere cancelar pérdidas por 16.000 millones de dólares en bonos de Credit Suisse que se depreciaron. Suena razonable puesto que el gobierno le entregó la responsabilidad, pero el miércoles un tribunal suizo declaró ilegal la cancelación, desatando una costosa batalla legal.
Existen otros costos de Credit Suisse demasiado numerosos para citar, además de los cargos regulatorios que los suizos consideran necesarios para prevenir otro desastre como el de CS. Fuentes en las operaciones estadounidenses de UBS señalan estos problemas como la razón por la cual los asesores de patrimonios han estado abandonando la firma.
Algunas personas en la Casa Blanca y dentro de UBS consideran que mudarse a EE.UU. es una decisión obvia. La administración Trump no ha sido tímida al indicar a empresas domiciliadas en el extranjero que EE.UU. es terreno favorable para hacer negocios y restablecer sus sedes centrales.
Cuando se le preguntó sobre sus esfuerzos para atraer a UBS, un funcionario del Departamento del Tesoro confirmó el mes pasado: “Esto es lo que queremos”.
Una forma de establecerse en EE.UU. sería mediante un acuerdo. Con un valor de mercado de 121.000 millones de dólares, UBS podría asociarse con cualquier número de bancos medianos sin verse afectado por el límite de depósitos impuesto a los bancos estadounidenses cuando buscan expandirse mediante adquisiciones, ya que sus operaciones bancarias minoristas en el país son relativamente pequeñas con poco menos de 100.000 millones en depósitos.
En contraste, JPMorgan Chase, el mayor banco estadounidense, tiene 2,5 billones en depósitos, por lo que tiene prohibido realizar adquisiciones importantes.
Un representante de UBS no comentó inmediatamente.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**